Cap 6: Es todo tu culpa (M)

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Hola!

Solo venía a avisarles que este cap puede ser fuerte pero es parte de "Incienso"
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Me encontraba nuevamente en la biblioteca, pero no estaba solo, Wei Ying, estaba conmigo. Yo estaba leyendo mi libro budista cuando él se acercó a darme algo, pero antes de hacerlo, retiró la hoja y le hizo más trazos: Ahora era una persona parecida a mí, sentada, leyendo, con una enorme flor en su cabello.

- ¿Patético, no? ¿Podrías, por favor, añadir otra palabra?

-Extremadamente patético.

- ¡Wow! Realmente agregaste otra palabra ¡Gracias Lan Zhan!

Al retomar mi lectura... ya no era mi libro budista ¡Había una imagen de una pareja desnuda: el hombre tenía las piernas de la mujer hacia arriba, apoyadas en su hombro; la estaba penetrando pero también lo hacía con su mano. Tiré el libro de inmediato.

- ¡Wei Ying! -Estallé.

Jamás sentí una ira tal como ahora. Él reía como histérico ¿Cómo se atreve? Desenvainé a Bichen.

-Espera Lan Zhan, yo también traje mi espada hoy.

-Descarado.

-Espera Lan Zhan ¿por qué te molestaste tanto? -Él seguía recostado, despreocupado, pensando- ¡Espera! ¿A caso nunca viste un libro de este tipo? -Volvió a reír de forma sonora.

Ahora sí he visto este tipo de libros, especialmente porque conservo un pequeño trozo del libro que corté. Tengo tantas ganas de mostrarle que se equivoca...

-Vamos afuera, tengamos un duelo.

- ¡Espera! Luchar está prohibido ¿lo sabes?

Fue a recoger el libro impuro, pero yo lo tomé antes.

- ¿Por qué lo tomas? Oh, bueno, supongo que quieres leerlo. -Expresó despreocupado- No te preocupes, lo pedí prestado exclusivamente para ti, pero ahora que leeremos porno juntos, podemos ser amigos, podemos compartir opini-...

Mi cuerpo comenzó a temblar y me costaba respirar; mi ira me estaba dejando ciego. ¿Quiere que le muestre lo que sé?

No sé cómo pero cuando quise acordar había atacado con Bichen y él interpuso su espada. Wei Ying estaba casi hincado en el suelo, con su arma por encima de su cabeza.

- ¡Lan Zhan! ¿Dónde están tus modales? Estamos en la biblioteca. Te has vuelto salvaje.

Continuamos luchando, era un choque de espadas sin cesar. Pero Wei Ying comenzó a reír.

- ¡Lan Zhan! Tu rostro está rojo ¿Es porque estás enojado o es por lo que viste en el libro? -sonrió de medio lado.

¡Yo le quitaría esa sonrisa del rostro!

- ¡Disparates!

Pero Wei Ying se acercó y pellizcó mi mejilla.

-No miento. Tu mejilla está ardiendo.

No solo mi mejilla...

-Lan Zhan, eres muy inocente, nadie de nuestra edad se ruboriza por esto. -Soltó tranquilamente- Copiar las reglas de las sectas es muy aburrido, deja que te enseñe sobre estos temas... tómalo como un agradecimiento por mantenerme vigilado en mi castigo.

Ya. No. Soporto. Más. Lancé a Bichen hacia él y como no tenía flechas ni nada, no le quedó más remedio que tirar a su espada y con ese choque nuestras armas volaron muy lejos, la de él, incluso salió disparada por la ventana.

- ¡Mi espada!

Corrió hasta la ventana, pero cuando se estaba trepando para saltar, lo tomé de la cintura y tiré de él con fuerza. Ambos caímos al suelo y me posicioné encima de él. Ahora vería si yo sé o no y que no solo mi rostro está ardiendo.

-Lan Zhan ¿Qué haces? Yo solo bromeaba. -Por primera vez en su vida sonaba preocupado.

Levanté sus brazos, junté las muñecas por encima de su cabeza.

- ¿Qué haces Lan Zhan? -Cuestionó sin comprender.

-Recién me dijiste que me enseñarías algunas de estas cosas.

- ¿Qué? ¡No, nada, no dije nada! -Se apresuró a responder.

- ¿Nada? -Recriminé acercando mi rostro demasiado.

-No seas tan recto, Lan Zhan, no te tomes tan a pecho lo que digo. Suéltame ahora, no diré nada ¿de acuerdo?

Me separé un poco y respiré hondo. Wei Ying se calmó y comenzó a alejarse, pero al ver su rostro lo supe. Lo volví a tomar por las muñecas, esta vez, imprimí más fuerza, me quité mi cinta y la até alrededor de sus manos.

-Lan Zhan, vamos, tú eres un caballero y razonas mediante las palabras y no los puños. ¿Qué me vas a hacer?

-Piensa en lo que dijiste.

-Solo dije que eras inocente y que no sabes algunas cosas ¿a caso miento?

-Piénsalo bien...

Le quité sus ropas inferiores y comencé a acariciar su miembro.

-La-La-Lan Zhan -Los ojos de Wei Ying se habían abierto en total asombro.

- ¿Quién dijo que no sé?

Seguí masturbándolo hasta que el calor me alcanzó a mí y abrí más sus piernas.

- ¿Qué demonios haces, Lan Zhan? ¿Te has vuelto loco?

Wei Ying forcejeaba y trataba de liberar sus brazos, pero no podía; la cinta está hecha de buen material, no cederá. Finalmente se estiró hasta encontrar un libro y me lo lanzó, golpeándome en el pecho ¿cómo se atreve? Embadurné mi mano del líquido que salía de su entrepierna y llevé mi mano hasta su crisantemo.

- ¡Lan Zhan! -Ahora sí estaba preocupado.

Moví mi dedo varias veces, hasta poder insertar más de uno. Wei Ying quiso patearme, pero solo tomé su pierna y la levanté por encima de mi hombro, como estaba en el libro. Cuando ya no aguanté más, me metí dentro de él. Wei WuXian se quejó y al mirarlo, su rostro estaba muy rojo, con algunas lágrimas. No pude contenerme; solo lo embestía una y otra vez.

Los libros estaban por el piso, los brazos de Wei Ying ya no se movían y él me observa extraño, como si no comprendiera qué sucedía. Los únicos ruidos en la biblioteca eran nuestras respiraciones agitadas, los quejidos del rebelde y el ruido de la carne al chocar con fuerza y velocidad repetidas veces. Hasta que sentí mi descarga huir de mi cuerpo.

Me separé para recobrar el aire. Wei Ying se veía muy aturdido, se miró, me miró, se giró y trató de irse. Pero sus piernas temblaron y ya no pudo gatear, su cuerpo cayó al suelo y sus piernas no lo soportaron más, aunque eso lo dejó en un ángulo exquisito. Él me observó con su rostro rosado bañado en sudor y sus ojos brillantes. Era muy tentador así que me acerqué y comencé a embestirlo nuevamente.

-Pi-piedad por favor... -le costaba mucho hablar- Lan er gege.

Eso solo era música para mis oídos.

-La-Lan Zhan... es muy profundo -se quejaba apenas audible- No entres completa... mente.

Le estaba enseñando que yo sí sé "cosas".

-Jiang... Jiang Cheng está esperándome afuera.

En ese momento me separé de él, lo di vuelta, rompí sus ropas y comencé a lamer su torso, pellizcaba las zonas rojas del pecho hasta que lo vi y quise besarlo. Me fui acercando poco a poco hasta que... me desperté.

En algún momento me moví y Wei Ying quedó tirado a mi lado... sabía que dormir con él luego de todo lo que pasó era malo, pero nunca pensé que me afectaría tanto. Afortunadamente, él siguió durmiendo y me dio tiempo de poder deslizarme de las sábanas e irme para encargarme del problema que se me había formado entre las piernas. Es todo tu culpa Wei Ying ¡siempre lo es!

Recuerda Tus PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora