Cap 2: Primer Encuentro

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De pequeño, fui entrenado de forma estricta y severa por mi tío Lan QiRen; soy su mayor orgullo. Él no permite nada fuera de lugar, nada que rompa las reglas, pero especialmente odia la rebeldía y las artes demoníacas.

Cuando era un niño, mi tío nos llevaba una vez al mes a ver a mi madre: ella era todo lo opuesto. Mientras yo estudiaba, ella me molestaba para que riera y también me abrazaba. Me gustaba estar con ella, aunque no se lo dijera ni la abrazara tan fuerte como me hubiese gustado. Un día, tío no nos dejó ir... y ya nunca más la vi. Pero yo era muy pequeño como para comprender que no me había abandonado, sino que había dejado este mundo.

Luego pasé aún más tiempo entrenando, leyendo y cultivando: tenía que ser el mejor. Por eso, cuando me enteré que vendrían chicos de mi edad de otras sectas, decidí meditar en solitario, antes de que arribaran.

La noche antes de comenzar con las clases, salí de mi meditación. Era medianoche y me encontré a un intruso: era uno de los discípulos de otras sectas. Estaba en uno de los techos; claramente había escapado de la Profundidad de las Nubes y había violado el toque de queda. Al verme se sorprendió, pero luego sonrió.

—Joven Amo Lan, está afuera tan tarde... ¿qué-qué está haciendo?

Se veía asustado, no intimidado, más bien, como un niño que sabe que hizo mal. Entonces no entiendo porqué tuvo que romper las reglas de nuestra secta; él sabe que hizo algo malo.

— ¿Vienes a admirar la luna? –preguntó señalando al cielo.

¿Es que no va disculparse? Debería marcharse inmediatamente a su habitación. Si sabe que está mal lo que hace...

—Vulnerar la protección de la Profundidad de las Nubes, es romper una de las reglas de la Secta Lan, al igual que violar el toque de queda.

— ¿Qué?

Ahora se hace el incomprendido, es un desvergonzado...

—Si se sale luego de las 9p.m, no puedes entrar hasta las 7a.m. –Él me observaba sin entender- Ya llevas dos violaciones a los principios de nuestra secta.

De hecho, lleva más.

—Portación ilegal de un arma: tres violaciones. –Él sujetó su espada como si fuera a esconderla haciendo eso, además observé que traía algo consigo- ¿Qué más traes?

— ¡Sonrisa del Emperador!

—Está prohibido beber alcohol en la Profundidad de las Nubes.

—Joven Amo Lan... yo... soy nuevo en la secta y desconocía estas reglas, por favor, no sea tan severo conmigo. –Su actitud cambió por completo; ya no se veía afligido, ahora volvía a llenarse de energía- ¿Si comparto una jarra contigo... -movió una de las jarras- puedes hacer como que no me viste?

—Intentar sobornar a la autoridad, está prohibido.

— ¿Por qué mejor no me dices qué cosa no está prohibida en tu secta? –expresó harto.

Comenzó a levantarse y sentí que me estaba tomando el pelo. Jamás conocí a alguien así de irrespetuoso y desvergonzado: realmente no le importaba nada de esto. Me levanté y logré que se detuviera, interponiendo a Bichen.

—Eres tan serio e incorruptible. –Me observó y yo le sostuve la mirada.

Él es tan... único. Pero mi momento de distracción, me costó caro: él había escapado. Por suerte, lo detuve con mi espada antes que lograra bajar del techo. Nuestras espadas chocaron un par de veces, es realmente bueno; tanto dando como evadiendo golpes. Debo admitir que me sorprendió, no esperaba que esta persona tuviera tan buena habilidad con la espada.

La batalla finalizó cuando una de sus jarras voló y se estrelló contra el suelo. Lo seguí, quedamos frente a la roca con los principios de la Secta Lan.

— ¡Debes pagarme la Sonrisa del Emperador que rompiste!

Insolente. No le di importancia.

—Date vuelta. –Proclamé. Él hizo caso.

— ¿Qué es eso? –preguntó señalando la roca.

—Son los Principios de la Secta GusuLan.

— ¿Todos esos? –cuestionó incrédulo.

Mi vida se rige bajo esos principios, pero no soy de hablar demás, sin mencionar que él no lo entendería y no tengo ganas de perder mi tiempo con un revoltoso rebelde como él.

—Ya que viniste por la clase, veamos cuántos principios rompiste. –Resopló, pero no me dio tiempo a continuar.

—De acuerdo. Doy gracias de no haber crecido en la estricta y horrible Secta GusuLan.

¡¿Có-cómo se atreve a decir algo semejante?! Tomó la oportunidad para volver a uno de los techos.

—El alcohol está prohibido en la Profundidad de las Nubes, pero desde acá arriba no cuenta ¿no? –Sonrió y bebió el licor.

—Revoltoso... -maldije por lo bajo.

—Las chicas del Clan Lan, admiran muchísimo al Segundo Amo Lan, pero es una pena...

— ¿Qué es una pena?

—Es una pena que las chicas no sepan que la persona a la que admiran es implacable, incorruptible y muy rígido. –Sonrió.

Nunca había escuchado algo tan inconcebible como esto ¿por qué me cuesta respirar? Siento que mi mano va a temblar ¿qué me sucede?

— ¿Sabes? Cuando regrese a Yunmeng...

No lo toleré más. Lo silencié. Se quejó, pero luego, amargado y empacado, se fue a dormir. Antes de que yo pudiera hacer lo mismo, me encontré con mi hermano, XiChen.

—WangJi. –Llamó y me acerqué- La mayoría de los discípulos de las otras sectas, tienen tu misma edad. –Hizo una breve pausa- Ya es hora de que hagas amigos ¿no crees? –Pero antes d poder decir o hacer algo, él agregó:- Tengo un buen presentimiento con el Joven Wei, a veces se puede exceder pero es listo, alegre y simpático.

Esto no puede ser cierto ¿justo él? ¿Por qué XiChen? ¿En qué te he fallado? ¿Por qué me haces esto?

—WangJi ¿te enfrentaste a él?

Odio que tenga esa habilidad de leerme. No quiero hablar de eso, ni confesar que yo también rompí algunas de nuestras reglas. Miré al suelo un segundo y luego me fui a dormir.

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Bueno, no sé qué decir... espero que se ponga mejor¿?

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