ꜱɪxᴛᴇᴇɴ

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Bakugo sinceramente no lograba entender la situación en la que estaba. 

Se había adelantado un poco en la hora que debía recoger a Kirishima por estar demasiado preocupado por su salud mental.

El ruido extraño dentro la habitación le había hecho forzar la puerta, algo bueno que sacó de ser un delincuente juvenil.

Lo que no esperaba era ver otro ataque de pánico tan pronto, y menos uno tan autodestructivo.

Sin pensarlo dos veces corrió hacia Kirishima para intentar alejar las manos que tenía en su rostro, sabía que toda la situación era su culpa, después de todo lo estaba forzando a ir a la fiesta, pero lo que realmente no esperaba es que se atacara.

Sabía, por lo que le había dicho el mismo Kirishima, que las miradas de las personas le daban miedo, entendía también que había sufrido bullying, pero por cómo se veía comenzó a creer que bullying se queda corto a todo lo que sufrió. No veía como le fue posible seguir viviendo hasta ese momento, si el bullying es tan severo que ni siquiera puedes sentirte seguro en tu propia casa solo significa que por pura suerte no se suicidó.

El deseo de protegerlo solo seguía creciendo.

Lo escuchó gritar con tanto dolor que pensó seriamente que se había hecho daño pero las frazadas no le dejaban ver, no podía revisarlo porque Kirishima luchaba para que no le quitara la ropa.

Aunque varias veces hicieron contacto visual, los ojos de Kirishima no veían, sus pupilas estaban completamente contraídas por el miedo en un sentido de alerta extremo.

Decidió ponerse por detrás de él, levantarlo de la cama incluso con frazadas, no creía que tuviera problemas con el peso y para su suerte, no tuvo. Tuvo problemas con los forcejeos que Kirishima estaba haciendo.

Kirishima logró sacar una mano de las frazadas y con sus uñas le rasguñó cerca del cuello, no sabe dónde pero el ardor recorrió todo su rostro, quiso golpearlo pero sabe que no debe, sabe que solo se está defendiendo.

ー¡Kirishima! ー

Le gritó mientras lo apretaba más contra él recibiendo otro rasguño que le hizo cerrar uno de sus ojos para protegerlo. Después le cortaría las malditas uñas.

ーKirishima ー

Volvió a repetir más despacio, más calmado, sentía que poco a poco dejaba de luchar, que poco a poco se estaba dando por vencido, y eso no era lo que quería, quería que luchara contra los demonios que le atormentaban y si quería, con su ayuda, salir adelante.

ーKirishima ー

Volvió a repetir logrando que se quedara tranquilo por fin, decidió no mirar para abajo porque sabe que puede recibir otro rasguño y apoyarse a mirar al frente al televisor que estaba apagado para ver el reflejo.

Estaba despierto, mirando al frente.

De pronto logró ver cómo su rostro se llenaba de pánico y culpa, entendió que volvió así que soltó sus manos.

ー¡O-Oh dios! ーKirishima tembló al salir de las frazadas y quedar de rodillas entre las piernas de Bakugō ー Es-estas sangrando ーKirishima estiró sus manos al frente queriendo tocarlo pero Bakugō sujetó sus manos deteniendolo.

ーEs superficial, estoy más preocupado por tu cuello ー

ー¿Mi? ー

Kirishima retiró una mano de las de Bakugō dispuesto a tocarse el cuello pero Bakugō de nuevo lo detuvo con un toque tan gentil que no lo asustó para nada.

ーNo, no debes tocar un tatuaje recién hecho, es una herida abierta y más ahora ー

Kirishima asintió sin llegar a entender bien lo que decía pero haría caso.

ー¿Estas bien? ¿Puedes quedarte solo? Tengo que ir por un botiquín ー

ーAh, hay uno en el baño ー

Bakugō asintió levantándose de la cama y dejándolo ahí con un cariño en su cabello que le hizo sentir sumamente querido, como si Bakugō no estuviera enojado para nada con él, incluso se giró en la cama y apoyó su espalda en el respaldo para esperar.

Con nervios se miraba las manos, las uñas con sangre que escondió al cerrar las manos.

Pudo escuchar a Bakugō moverse por su departamento, quizás confundido buscando el baño o quizás revisando de más, y aunque quiso seguirlo con la mirada decidió no hacerlo al mirarse los pies.

Su habitación era un desastre, quizás era la representación física de los pensamientos que tenía y que nada estaba ayudando a callar.

Bakugō volvió pronto con el botiquín, sin saber porqué verlo tan calmado lograba calmarlo.

ーQuiero que te quedes sentado bien recto y levantes el mentón ー

Kirishima acotó la orden de inmediato haciendo sonreír a Bakugō quien se subió a la cama tan lentamente que Kirishima dudo que lo estuviera haciendo.

Pero supo que estaba ahí porque lo sintió quitarle los restos de parche protector y comenzar a limpiar con una gasa húmeda su cuello, ahora que sentía la presión podía saber que se había dañado bastante.

Tanto que al punto que Bakugō le puso unos puntos.

Por suerte tenía bastante tolerancia al dolor.

Luego de que lo sintió terminar, bajó la quijada.

ー¿Te curo? Es decir... Yo lo hice ー

Bakugō lo miró antes de bajar la mirada al botiquín y cerrarlo haciendo que Kirishima se sintiera pésimo.

ーSon superficiales, este tipo de heridas se curan con agua y jabón y se dejan expuestas al aire ー

Kirishima inclinó su cabeza a un lado con curiosidad.

ー¿Como sabes tanto? ー

ー¿Acaso no sabes que para tener licencia para tatuar en Corea es necesario tener título médico? ー

ー¿¡ERES MÉDICO!? ー

ーCállate y sí, el mejor de mi maldita generación ー

Bakugō sonrió con soberanía mientras se paraba para ir a dejar el botiquín.

Debía avisarle a Ashido que posiblemente lleguen tarde, porque sabe que ese idiota necesita salir de ese lugar y estar en un lugar donde realmente lo aprecian.

Tattoo [KiriBakuShima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora