ᴇʟᴇᴠᴇɴ

1K 215 31
                                    

Kirishima se sentía avergonzado, inquieto, hasta incómodo.

Desde que volvió con la ropa que había elegido del armario, Bakugō no le había quitado la mirada de encima, ahora ni siquiera podía sentir el sabor de la rica comida que estaba a medio terminar en su plato, solo rogaba que hubiera algo que cortara el silencio que hace mucho se había iniciado.

O que cayera un meteorito, si, eso sería mejor.

ー¿Me repites tu edad? ー

ー¿Eh? Ah, 19 en años coreanos ー

¿Había hecho algo mal? ¿Se veía mal? ¿Le decepcionaba por ser solo un estudiante con 19 años? Bueno, estaba buscando trabajo, pero, ¿Acaso había descubierto cosas que no sabía que se veían mal en la cultura coreana? Es que, bueno, ya le dije que era gay, que era acosado, y que posiblemente sea un asco con todo en su vida, de paso sufría ataques de pánico, nada mejor.

Dejó el cubierto en la mesa para mirarlo a los ojos, aunque rápidamente bajó la mirada al suelo.

Sus padres le enseñaron a enfrentar los problemas, pero sinceramente Bakugō le daba miedo.

ー¿Realmente está bien? ー

ー¿Qué cosa? ー

Bakugō también había dejado de comer para ponerle atención, aunque al estar tan nervioso mirándose las manos no se dio cuenta.

ーQue yo sea gay ー

Hubo un silencio que le hizo sentir que su corazón se iba a salir de su boca, mucho más cuando Bakugō se puso de pie y caminó a su lado.

Se le apretó el estómago y las ganas de vomitar volvieron.

No, tenía que ser fuerte, no podía caer de nuevo.

ーDeja de pensar tanta mierda ー

Su rostro fue levantado con fuerza desde las mejillas, le dolió, le dolió tanto que unas cuantas lagrimitas se mostraron en sus ojos.

ーMe importa un carajo quien te vaya, y sé que a los imbéciles igual, pero deja de estar con tu actitud de mierda de "soy un maldito estorbo perdonenme por nacer" que me dan ganas de darte una maldita paliza que hasta tus viejos lo sentirán ー

Era la primera vez que lo veía tan irritado, incluso pensó en cubrirse por si el golpe llegaba, pero no alcanzó, porque su rostro fue dejado.

ーMira, el mundo es una mierda, siempre lo será, pero hay imbéciles que te entienden y simplemente debes fijarte en eso, y si alguien viene a joderte, dímelo, soy tu jefe así que es mi deber protegerte ー

ー... No puedes ir por el mundo pateando personas Bakugō ー

Se rió para quitarse las ganas de llorar que tenía.

ー¿Ah? ¿Y quién dijo que no? ー

Ahora soltó una carcajada al verlo sonreír con desafío, ese hombre si que le cambiaba el ánimo en su totalidad.

ーAsí está mejor, esa cara de constipado no te queda, te ves mejor sonriendo ー

El comentario le sacó de ritmo pero solo pudo mantener una sonrisa en los labios mientras asentía, debía comer, pronto tenían que ir a trabajar así que lo hizo.

ーVoy a tomar una ducha, cuando vuelva nos vamos ー

¿Recuerdan que había pensando en lo jodidamente caliente que era ese hombre? Pues, acaba de sufrir un mini paro al verlo salir de la ducha, tanta sensualidad en un mismo hombre debería ser ilegal.

Obviamente evitó mirarlo todo el camino a la tienda, allí sabía que estaba Sero y podía distraerse hablando con él, no debía parecer obvio, es decir, Bakugō era exactamente su tipo y ahora que estaba descubriendo facetas más dulces de él pues mucho más, pero era su jefe, el chico que le ha salvado en diferentes ocasiones y le dio un lugar donde pertenecer, ¿Cómo podría traicionarlo así?

Apenas llegó a la tienda no evitó sonreír, solo estaba Sero ahí pero el abrazo que le dio de "bienvenido de la cárcel" le hizo sentir muy cómodo, sabía bien que en ningún otro lugar sería tan mimado como ahí por lo que estaba determinado a cuidar mucho ese trabajo.

ー¿Y? ¿Bakugō ya te saltó encima? ー

Casi se atragantó con el café que se había servido hace poco, Sero parecía alguien cuerdo, alguien que no hacía bromas sucias, bien se equivocó, porque apenas Bakugō se fue de su vista fue atacado a la primera.

Carraspeó mientras se golpeaba las mejillas, necesita aire.

ーNo sé de qué estás hablando ー

Sero lo miró de arriba a abajo, claramente con una expresión de "no te creo" y obviamente nadie le creería, después de todo tenía todo el rostro rojo en vergüenza.

Subió los pies al sillón y así abrazó sus rodillas, así formaba una barrera para no sentirse tan expuesto, debía convencer a su cerebro que ellos no le estaban juzgando, que ellos no eran malos, que ellos no le arrojarían agua sucia y lo empujarían al inodoro.

Aunque era difícil las palabras de Bakugō seguían rondando por su cabeza así que intentaba ver eso solo como un juego.

ーHm~ ¿En serio? ー

Sero alzó las cejas y él decidió asentir algo frenético, necesitaba cambiar el tema rápido.

ーYa veo ーLa sonrisa de Sero no le daba buena espina, nada salía bien ahí ーPor cierto, linda ropa ー

Y ahora se sentía mucho más pequeñito, tanto que tuvo que tomar un cojín de ahí y ponerlo en su rostro, obviamente iba a notar que la ropa no era suya.

¿Por qué Bakugō insistía tanto en no dejarlo ir a buscar su ropa? Gruñó solo de la frustración que se cargaba encima.

Pero le era extraño, incluso si estaba siendo molestado realmente no lo sentía así, no sentía miedo de ellos, no tanto, incluso se permitió sonreír ligeramente con sinceridad al ver a Sero reír.

Una mirada le penetró la nuca por lo que volteó ligeramente para ver de dónde venía, y ahí estaba Bakugō, parado en el umbral de la puerta observandolos. No le parecería extraño sí no tuviera la sonrisa más hermosa que hubiera visto en su vida.

Se sintió tímido, su corazón bombeó como nunca lo había hecho, pero por algún motivo terminó correspondiendo la sonrisa con una pequeña suya, como queriendo decirle que él también lo estaba observando.

Bakugō bajó la mirada para volverla a subir con la expresión fiera de siempre solo para regañar a Sero e invitarle a comer al restaurante cercano para el almuerzo.

Obviamente aceptó.

Tattoo [KiriBakuShima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora