sᴇᴠᴇɴ

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El día laboral había comenzado como siempre a las nueve, el rico calor de la calefacción tenía a Bakugō disfrutando de la vida mientras se apoyaba en la mesa de recibidor para tomar una siesta.

El invierno era una temporada que simplemente no era del agrado del ceniza, sus manos se ponían torpes por el frío, le costaba salir de la cama para cumplir su rutina de salir a trotar a diario, lo peor es que en cada lugar donde estuviera tibio se quedaba dormido, justo como ahora que dormitaba cómodamente en el lugar al sentirse cómodo.

Sero estaba demasiado acostumbrado a la conducta de su jefe, siempre que se descuidaba en esas fechas era bastante usual encontrarlo durmiendo en algún sillón o incluso una silla, sabía bien que ahora se había obligado a estar en ese lugar para no dejar solo al nuevo empleado pero como siempre el sueño le había ganado.

ー¿No deberíamos despertarlo? ー

ーSin una razón importante despertarlo es como firmar tu sentencia de muerte ー

Kirishima no entendió porqué Sero lucía tan cómodo y calmado al ver como Bakugō dormía tan cómodamente en un banco sin espalda mientras dejaba caer todo su peso sobre el mesón, pensaba que sería buena idea que lo despertara para que se fuera a acostar a algún sillón si tenía tanto sueño, o quizás cubrirlo con alguna manta, aunque no tenía ninguna, quizás una chaqueta.

El sonido de la campana de la puerta le sorprendió, que Bakugō estuviera durmiendo en pleno recibidor seguro no daba una buena impresión para los clientes, después de todo podían creer que estaba borracho o drogado.

Fácilmente entró en pánico.

ーAh, Shinsō, bienvenidoー

Por suerte Sero tiró la cabeza atrás para ver de quién se trataba, Bakugō le había contado que Kirishima tenía crisis de pánico y que posiblemente se trataban por abuso así que al verlo tan en pánico creyó por un segundo que el abusador del otro lado del océano lo había seguido y encontrado, sí, se había imaginado una tontería.

ーHola, ¿Y Bakugō? ー

Pronto se dio cuenta que ese chico también era japonés, no necesitó más que el nombre... Y qué Sero usara el japonés para comunicarse con él.

ーEn el recibidor ー

El chico desvió su atención de ellos no sin antes hacer una pequeña reverencia como saludo a él para acercarse al mesón donde apoyó su mano en el hombro derecho del dormido y así moverlo ligeramente.

Kirishima no supo porqué pero sintió una sensación nada cómoda en su estómago así que se volvió a centrar en el libro de diseños que le habían pasado para aprender sus nombres y tipo, y por supuesto sus valores.

ー¿Qué carajos quieres? ー

Apenas sintió ese tono de voz se sintió relajado, al parecer ese chico no era la excepción a la regla de despertarlo.

¿Por qué de pronto eso era importante?

ー¿Tienes listo mi diseño? ー

ーLlegas tarde, idiota ー

Bakugō se desperezó en su lugar al estirar su cuerpo al cielo, se pudo escuchar todos sus huesos acomodarse por la posición tan incómoda que poseía para dormir, ni cuenta se había dado pero parecía no importarle ser grosero con un cliente.

Kirishima no evitó extrañar por un segundo la calma que poseía Bakugō al dormir.

Los vio perderse a ambos hacía el estudio que Bakugō poseía sobre diseños, ese mismo que tuvo que ordenar el primer día y por eso se había ganado un almuerzo bastante bueno, se había vuelto su labor ordenarlo pero desde que se había enfermado Bakugō le pateó fuera y le impidió hacer algo más que recibir a clientes.

Tattoo [KiriBakuShima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora