Estas últimas semanas habían sido un poco pesadas para Sukuna, llegó a un punto en el que ya no soportaba la enorme panza y solo quería que el día llegara, y se notaba en su aspecto pues se veía muy cansado y hasta un poco pálido a pesar de haber seguido las indicaciones de su ginecóloga al pie de la letra. A pesar de su trabajo, Megumi procuraba pasar más tiempo con Sukuna y ayudarlo en lo que necesitaba y cumplirle sus caprichos.
Sukuna se levantó como pudo del sillón y fue a la cocina de la casa donde antes vivía con sus hermanos, caminó con pesar hasta el refrigerador y abrió la puerta de este para buscar lo que más le gustaba: el yogur de mango. Agradeció que durante estos meses no haya sentido asco hacia el mango y sus derivados, seria una tortura.
—Sukunita, ¿¡qué haces levantado!? —preguntó un preocupado Choso quien se acercó inmediatamente al de cabello rosa.
—Solo estoy panzón, puedo caminar perfectamente —contestó. Tomó su yogur y se giró para regresar al sillón.
—¿Pero y si te lastimas? —le siguió el paso.
—¿Cómo mierda me voy a lastimar mientras camino? —tan pronto como dijo eso sintió una punzada en su vientre lo que le hizo encogerse.
—¿¡Sukunita estás bien!? —preguntó Choso alarmado mientras le ayudaba a sostenerse.
—No —lo miró harto.
—Ven vamos a que te sientes —intentó llevarlo, pero Sukuna no se movió. —¿Sukunita? —el mencionado miró hacia sus piernas, sentía algo húmedo bajando por ellas. Alzó su cabeza hacia Choso con una mirada alarmante —¿Sukuna todo bien? —Choso comenzó a preocuparse.
—Rompí fuente —le avisó.
—¿Qué? —preguntó incrédulo.
—¡Rompí fuente puta madre, llévame al hospital! —gritó. Las contracciones empezaron a aparecer. —¡AGH! —se quejó del dolor. —¡Choso mueve el maldito culo y llévame al hospital! —el hermano mayor salió de su trance y cargó a Sukuna. Sukuna respiraba intentando calmar el dolor de las contracciones.
—¡YUUJI! —gritó Choso esperando que el menor lo escuchara. El de ojos avellanas apareció inmediatamente, observó la escena y el líquido en el suelo.
—Sukuna te orinaste —dijo al "comprender" la situación.
—¡NO ME ORINÉ MALDITO MOCOSO! —le gritó enfadado.
—Rompió fuente y tiene contracciones, debemos ir al hospital —explicó con calma. Por dentro Choso estaba aterrado, pero no se iba a mostrar así ahora, como hermano mayor debía mantenerse calmado.
—¿Ahora? —Estaba incrédulo.
—Si —respondió. Inmediatamente salieron de la casa y se dirigieron al auto. Yuuji abrió la puerta trasera y Choso recostó a Sukuna en los asientos, quien aún seguía respirando fuertemente intentando apaciguar el dolor. Choso y Yuuji se subieron en los asientos delanteros y el mayor emprendió el camino hacia el hospital. —Yuuji —le habló Choso.
—Si, le hablare a Fushiguro —sacó su celular inmediatamente y marcó. —¿Fushiguro? Sukuna rompió fuente y empezó con las contracciones. Si, de verdad. Ahora mismo vamos hacia el hospital. Nos vemos allá. —colgó.
—¡Mierda, duele! —se quejaba Sukuna mientras sostenía la panza, el dolor era terrible.
—Respira, Sukunita, respira, ya casi llegamos —intentó tranquilizarlo el mayor.
Para su suerte la mayoría de los semáforos estaban en verde, así que el tiempo de llegada fue corto. Tan pronto como llegan al hospital Yuuji pidió una silla de ruedas para Sukuna. Entre Choso y Yuuji ayudaron a Sukuna a sostenerse y a sentarlo en la silla. El enfermero junto con Yuuji entraron al edificio mientras Choso buscaba dónde estacionar el auto. Dentro, Yuuji llenó los papeles necesarios en nombre de Sukuna, mientras que a este lo llevaban a una habitación para checarlo y prepararlo.
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[1] In Regards of Love: Eros | FushiSuku [COMPLETA]
FanficSakuna es alguien impulsivo, descarado y hormonal. Megumi en cambio es reservado, serio y pudoroso. ¿Qué sucedería si se juntaran? Universo alternativo donde Sukuna y Megumi son universitarios de veinte años, y donde Sukuna es hermano gemelo de Yuj...