"CAPITULO 10"

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Yo tenia muchisimas ganas de pintar pero no para de pensar en las palabras de Alvaro. Noe estaba entusiasmada y no se separaba de David. Alvaro se ofreció voluntario para ir a por los botes de pintura mientras organizabamos la decoración. Estaba quedando genial, los chicos habian hecho arreglos sufucientes para que casi pareciera nueva.


Alvaro: enseguida vuelvo, ¿traigo todos los colores no?


Yo: ¡si! Raaaapido


Noe: Vengaaaaa


Alvaro: me estresais *nos guiño un ojo*


David: a ver chicas, esta pared es vuestra. Y esa nuestra. En las doa restantes pintaremos cosas sobre nosotros... ¿Os parece buena idea?


Yo: ¡a mi si! No s eme habia ocurrido...


*Alvaro volvió*


Noe: nosotras ya hemos dicho de que vamos a pintar la pared... ¿pero vosotros?


Se miraron sonriendo, eso era extraño. Les conocemos de sobra y planeaban algo.


Yo: Uiii...


Noe: ala que miedo...


Alvaro: ya vereís os va a gustar.


Nosotras cojimos el bote de pintura negro y el blanco, ellos no hacían nada.


David: es mejor que nos pongamos un mono de pintar, mi padre tiene una coleccion de ellos de cuando pintó la casa...


Yo: ¡esta vez voy yo a por ellos!


David: piso de arriba, habitacion de mis padres, caja amarilla debajo de la cama.


Yo: ¡voy!


Yo mas que nada me habia prestado voluntara lara descubrir como era la habitacion de David, ya que nunca nos la habia querido enseñar.


Subi hacia arriba y busqué su habitación, entré... Habia poca luz, subi la persiana y me quedé sin palabras. Era sorprendente. Era de paredes azules pero inundadas por pinturas manuales, habia decenas, pero dos de ellas me llamaron especialmente la atencion. Una era un dibujo, cuatro jovenes que encajaban perfectamente con nosotros. Estaban metidos en un corazón y ponia a un lado: for ever.


El otro era una rosa, con un nombre escrito en grande, dentro pero sutil. Ponia: Noelia. Yo ya sabia lo que significaba y me emocioné. Me encanta...


No quise entretenerme pero antes hice varias fotos a la habitacion como recuerdo, no sabía si enseñarselas a Noe, era mejor dejarlo como estaba. Me las guardaria para mi. Cojí rapidamente los monos de trabajo y los bajé al jardín. En la caseta estaban los tres sentados hablando de Dios sabe qué pero en cuanto entré se callaron y se volvieron hacia mí, Alvaro estaba colorado y David y Noe sonreian... Preferia no saberlo...

Sueños EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora