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ah~ ¿que se supone que debo decir? la mirada fija y afilada de parte de mi compañero de asiento me entumece por completo, sudo frio y carraspeo un poco.

— yo- ah... no es nada importante, olvida lo que dije.— una carcajada falsa y nerviosa resuena entre las cuatro paredes del salón, la personas dentro de la sala hacen caso omiso a las habladurías mias y de South.

Minami-san no dice nada, aun así su mirada fija no me deja para nada tranquilo, la saliva que trago pasa por el nudo que se forma en mi garganta y mis manos se esconden entre el chaleco de la institución que llevo puesto, la mirada pacientemente fingida de mi compañero me hacen querer esconderme en los brazos de mi papá.

cálmate animal, que nadie vea lo llorón que puedes llegar a ser.

— ...hey, te estoy hablando.— el chasqueo repetitivo de los grandes dedos de la persona frente mio disminuye el pánico que comenzaba a embargarse entre mi cuerpo, mis manos temblorosas y el sudor frio que recorria mi nuca se disipan drásticamente, y el sentimiento de irritación ebulle desde mi interior junto al coraje que borbotea entre mi garganta.

— le vas bajando dos a tu actitud altanera —manifiesto con evidente molestia—. a mi nadie me chasquea los dedos bastardo insolente ¿quién te crees que eres?

¿cuando es que di el permiso de que me trataran de esa forma? creo que estoy siendo demasiado amable solo por ser el primer dia.

la tensión en los brazos y mandíbula de South son cada vez mas notables, sus labios se arrugan en una mueca enfadosa y sus ojos voltean hacia la ventana por unos segundos, cada acción es vista por mis irises dilatados en molestia.

— te estoy hablando, ¿te comió la lengua el gato?

South se toma un momento antes de girarse y mirarme.

el ambiente es tenso, mis feromonas atraen violencia y mis colmillos amenazan con hacerse ver, mis ojos observan con pesadez al resbalin de piojos.

— ya... disculpa —espeta en un murmullo, balbucea algo mas que no logro escuchar, aún asi capto un matiz de arrepentimiento.

lo miro con la barbilla hacia arriba, queriendo demostrar supremacía y algo más para que se sienta un poco más de culpa, solo un poquito más.

el ultimo timbre de la jornada escolar ya habia sonado, estiré mis brazos y espalda, el bostezo  que no habia dejado salir desde hace un tiempo hace acto de presencia y no hago nada por evitarlo,  me levanto sin más, y guardo mis ultimos materiale...

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el ultimo timbre de la jornada escolar ya habia sonado, estiré mis brazos y espalda, el bostezo  que no habia dejado salir desde hace un tiempo hace acto de presencia y no hago nada por evitarlo,  me levanto sin más, y guardo mis ultimos materiales para posterior acomodarme el bolso entre mis hombros.

¿South? ni me lo nombren, aún no terminamos de hablar, el muy cabrón se habia ido apenas el profesor habia dado un paso en el aula, después de eso no lo vi más, ni en los breaks ni en clases.

salgo del salón escuchando trastrabilleos y pasos rápidos y ruidosos detrás mio, otro bostezo sale desde mis pulmones hacia mi boca junto algunas lagrimillas que aparecen desde las esquinas de mis ojos. saco mi celular desde uno de los bolsillos de mi pantalón para mensajearme con KiKi para saber dónde se encuentra e ir por él, sin embargo mi acción no se lleva a cabo gracias a unos dedos escurridizos que tiran del lóbulo de mi oreja.

mango con petazetas | shinichiro sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora