🦈 La guía de Rowoon [ km; au ]

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Definitivamente hoy no era mi día. Las palabras de Namjoon parecían griego u latín, alguno de esos idiomas extraños que casi nadie conoce.

-Debes asegurarte que el contrato esté avalado por un abogado, además que estés con cobertura médica- cerró la puerta del departamento y yo tragué saliva. Se volteó y al ver mi cara soltó un suspiro.

La cara que debemos tener en este momento para que suspire así...

-Tranquilo- apoyé mis manos en sus hombros y sonreí ampliamente- yo sé lo que hago.

-¿Seguro? Tu cara no me dice lo mismo- frunció el ceño y solté una risa nervioso.

No voy a mentir, no entiendo una mierda de todo lo que está diciendo pero no creo que sea muy difícil. Después de todo es un productor y en caso de que me estafe o me explote laboralmente... lo escracho en redes sociales ¿no?

Namjoon negó, suspiró, tomó mi mochila y me abrazó por los hombros para salir del edificio.

-Tienes que prestar atención y asegurarte que todo esté por escrito ¿de acuerdo?

-¿Por qué?- pregunté curioso

-Porque si no hay nada que compruebe lo que acordaron, luego no podrás hacer reclamos- explicó sonriéndome- una vez que te asegures que todo esté por escrito, debes leer que todo esté correcto y que el monto que te vayan a pagar no solo esté en números sino en letras también.

Asentí prestando atención a sus palabras, pero vaya a saber si recuerdo todo eso cuando esté frente a él.

Hay que ser fuerte mentalmente para no caer ante los encantos de un alfa como él. Jungkook no es un alfa más, el literalmente ÉL ALFA. Su cabello negro, esos ojos oscuros tan intimidantes, su sonrisa coqueta cuando quiere conseguir algo y no hablemos de sus manos...

Parece que no eres el ejemplo de personas con fortaleza mental ¿no?

Aish, malditos alfas...

Namjoon esa mañana me acompañó hasta el bus que me dejaba en Beverly Hills y durante todo el trayecto nunca me soltó.

Mi hermano mayor no es sobreprotector en demasía, pero sí me cuida y se preocupa por mi bastante. Es atento, aunque lo hago rabiar, es dulce, aunque suelo acabar rápidamente con esa dulzura. Me mima, hasta que me aprovecho de ello.

Es buen hermano, él problema somos nosotros.

Bueno, no sé si es así... tal vez somos más bien, difíciles de tratar ¿no?

Si tu lo dices...

-Ten cuidado y toma- sacó su billetera y me dio un par de dólares- recuerda siempre andar con dinero y no lo gastes en idioteces, guarda, ahorra, eso es importante.

Uy, diez dólares. Podremos comprar esos cupcakes que tanto queríamos de esa panadería.

Le asentí y guardé el dinero en mi bolsillo. Mi hermano mayor me pasó la mochila y me dio un beso en la frente.

-Cuídate por favor, presta atención cuando cruces la calle y si vas a escuchar música por favor no te distraigas.

-Sip, tú también ve con cuidado.

Namjoon me sonrió y sin decir mucho más se marchó en dirección al departamento nuevamente.

Hoy era sábado, él no trabajaba -bueno en realidad sí porque llega a casa y se pone a corregir la tarea o exámenes de sus alumnos.

El bus se visualizó y yo lo detuve, me subí, pagué mi boleto y tomé asiento.

Miré la hora y al notar que ya eran las ocho y media de la mañana hice una mueca.