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Jimin

Cuidar a un alfa en celo no es lo más sencillo que hay. En realidad cuidar a un lobo en su celo, independientemente de su segundo género, es un trabajo bastante costoso. 

La diferencia entre alfas y omegas es bastante compleja a la hora de pasar sus días de indisposición. Más allá del incremento del deseo sexual, hay una serie de síntomas que nos diferencia bastante. 

Por ejemplo, que un alfa pueda cuidar a un omega es mucho más común de lo que creen. Namjoon y Hoseok han cuidado de mí, y es que con tan solo protegerme con su aroma ha sido suficiente. 

Pero yo nunca he podido cuidar de ellos y no es porque me fueran a hacer daño, sino porque para ellos hubiese sido humillante que los vea en esa condición. 

Ya saben, los omegas nos ponemos sensibles. Queremos cariño y atención, pero los alfas… ellos son un caso aparte. 

Jungkook comenzó su celo cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde de este martes. Su temperatura corporal se elevó tanto que cayó rendido en la cama, y por supuesto yo tuve que cuidarlo. 

Ese era uno de los primeros síntomas en los alfas, fiebre, cansancio y dolor de cabeza. Duraba aproximadamente un par de horas, hasta que finalmente su lobo tomaba completamente el control de su cuerpo. 

Él, literalmente, estaba delirando y hablando cosas sin sentido. Era gracioso, porque incluso peleaba con su lobo interno y le advertía que debía ser cuidadoso conmigo. 

Si supiera que mi lobo está desesperado, él quiere que de una vez por todas el alfa tome el control. 

Rara vez he perdido la consciencia durante mi celo, la única vez que lo hice fue cuando era un adolescente y tuve mi primer celo. Pero de ahí nunca más, y eso que yo tenía el deseo intenso de ser papá.

Claramente mi lobo y yo siempre estuvimos en una sintonía diferente. 

Esta vez sentía que algo diferente iba a ocurrir, comenzando por lo inquieto que se sentía mi lobo y siguiendo por el intenso deseo que tenía de que una jodida vez empezáramos a coger como dos dementes. 

Yo no iba a durar con mi cordura por demasiado tiempo, ya lo sabía, por ende tuve que ser responsable y encargarme de pequeños detalles. 

Por ejemplo la comida, o el cerrar absolutamente todas las puertas para que no haya ningún tipo de peligro mientras no estábamos en nuestros sentidos. 

Ni hablemos de avisarle a Namjoon y escuchar sus dieciocho discursos sobre ser cuidadosos. ¿Hoseok? A él ni le atendí, sólo intercambiamos un par de mensajes y lo dejé en medio de un ataque de histeria. 

Si, generalmente los alfas que me rodean suelen ser sumamente sobreprotectores. 

Cerré la última puerta y solté un suspiro un tanto agotado. Llevé la mano a mi frente y limpié la fina capa de sudor que la cubría. 

Mordí mi labio cuando sentí desde el segundo piso el aroma de Jungkook llamarme y comprendí una cosa, de aquí yo no saldría sin una marca y si pudiera ser papá… seguro saldría con un cachorrito. 

En cierto punto eso de no quedarme embarazado puede ser beneficioso ¿no? Ahora estaríamos en problemas, comenzando porque no hay supresores y quien sabe como haríamos para tomarlos durante los siguientes días. 

Supe que estaba a nada de perder el control de mi cuerpo cuando por mis piernas comenzó a deslizarse aquel líquido espeso. Ya mi lobo me estaba preparando para todo lo que seguía. 

Subí las escaleras y caminé hasta la habitación donde Jungkook me esperaba, ingresé y respiré profundamente. 

Mire en dirección a la cama y no vi al alfa. Me extrañé y comencé a buscarlo con mi visión, que poco a poco se iba nublando. 

🦈 La guía de Rowoon [ km; au ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora