Capítulo 21

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A todo el mundo le gustan las hamburguesas ¿no? Es decir, están consideradas una comida universal debido a su gran popularidad al igual que su sabor y sus grandes variedades ¡Pero porqué estoy dudando tanto en comprarlas! Esto me ocurre por no saber los gustos de otros.

- Muy bien, Lexa –me golpeé las mejillas para reaccionar- Comprarás cinco combos comunes de McDonald's junto a cinco sodas de cola, fácil.

Entré al gran local e inmediatamente hice mi pedido debido a que la fila estaba vacía, en unos quince minutos obtuve mis hamburguesas y pagué. Con mis dos bolsas caminé dos calles más hacia otro local para comprar las sodas, aunque para mi elegí una Pepsi, mi favorita; estaba por pagar las bebidas cuando a un costado de la caja registradora habían planchas de stickers.

- Deme dos, por favor –no me pude resistir, eran stickers de estrellas.

Una vez realizadas mis compras, conduje en mi auto hasta el taller de Shinichiro donde me esperaba con los miembros fundadores de los Black Dragons.

Manejé durante unos veinte minutos cuando aparqué a un costado de la tienda, me bajé con la comida y bebida y caminé hacia la entrada, donde la pequeña campana de la puerta anunció mi llegada.

- ¡Le-chan! –me saludó Takeomi ayudándome con las comprar.

- Hola chicos –les sonreí- Hola bonito –saludé a mi novio con un beso en el cachete.

Shinichiro estaba arreglando una motocicleta por lo que estaba dándome la espalda.

- Te abrazaría pero tengo las manos llenas de aceite –me las mostró y sonrió como un niño.

- ¿Es la motocicleta que le regalarás a Manjiro?

- Así es –se limpió las manos con un pañuelo y se levantó de su lugar dándome un beso en la frente- Le falta unos ajustes pequeños pero estará lista antes de su cumpleaños.

- Lávate las manos, traje comidas para todos –me separé y les entregué a cada uno un combo.

- Gracias Lexa –agradeció Benkei.

El mecánico refunfuñó por lo bajo e hizo lo que le pedí. Luego, una vez se aseó, nos sentamos en diferentes lugares del taller pero cerca de cada uno para conversar de cualquier tema que se nos ocurriera.

Hacíamos chistes y contábamos anécdotas, más por la parte de los muchachos que comentaban acontecimientos sobre la pandilla y lo bien que se sentían en esa época, también me enteré que Imaushi y Arashi eran grandes enemigos pero que Shinichiro los unió, creando así la mejor pandilla de todo Japón.

Por mi parte les comentaba sobre mis carreras y la escuela, es decir, mi vida no fue muy interesante, solo se basaba en estudiar y entrenar, nunca tuve amigos ni entablé conversaciones con personas de mi edad, ellos son los primeros y no podía pedir nada más luego de tan linda amistad que me regalan.

- Es tarde –se quejó Takeomi- Lo siento, sé que me extrañarán pero Haruchiyo y Senju están solos en casa, debo llegar antes del anochecer.

- ¿Cerraste el gimnasio Benkei? –le preguntó Wakasa.

- Creo que si –frunció el ceño.

- ¿Crees? –le dio una patada despacio- En ese caso, nosotros también nos vamos.

- Adiós muchachos –los abracé a cada uno- Tengan cuidado en el camino ¿sí?

- Adiós Shin –gritaron juntos.

Los tres salieron del taller dando las gracias por la comida y la buena compañía, dejándonos solos con el pelinegro.

- Si que es tarde –miró por el ventanal como la luna hacía su aparición.

Entre Motores || Shinichiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora