Capítulo 3

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¿Se acuerdan cuando dije que el camino con mi madre fue silencioso? Pues solo fue un momento de tranquilidad antes de la tormenta, porque cuando puse un pie dentro de mi caso, se desató el caos.

Porque si, Isabella Lewis odia hablar cuando vamos en auto, por lo que cada vez que ella conduce todo el camino es un cementerio de palabras.

- ¿Quién era él?

- Un conocido –suspiré con cansancio, ya sabía lo que se vendría.

- ¿Un conocido? –preguntó incrédula- Porque yo los vi muy confianzudos entre ustedes, tanto así para darte esa... cosa que traes en la cabeza.

Me desaté el pañuelo y dejé mis rulos en libertad, estaban húmedos así que no me molestaba.

- Si mamá –no tenía ánimos- Estaba lloviendo muy fuerte y él solo me prestó esto para secarme, fue amable y cortés.

- No te quiero cerca de ese niño –sentenció.

- ¿Qué? –elevé ambas cejas de la impresión- ¿Por qué? No hizo nada mal, solo me ayudó.

- Sabes como terminas con tus conocidos, Lexa –me miró fríamente- Las amistades no te traerán nada bueno, solo puedes confiar en tu familia.

- No lo conoces –elevé la voz.

- ¡Ni tu tampoco! No te quiero cerca de él, sino puedes ir olvidándote de tu querido auto porque terminará en el basurero como chatarra –me amenazó señalándome con su dedo índice- Sabes muy bien de lo que soy capaz.

- No te atreverías –susurré con los dientes apretados.

- Oh hija, claro que si –sonrió- Y lo haré con gusto con tal de que te enfoques en lo que realmente es importante.

Me alejé subiendo rápidamente las escaleras hacia mi habitación cerrando de un portazo dando a entender mi enojo.

Grité con frustración contra mi almohada, odiaba sentirme así, débil y vulnerable frente a ella, pero no podía hacer nada cuando me tiene contra la espada y la pared al amenazarme con hacerle algo a mi auto azul, era mi tesoro más preciado y con tal de cuidarlo daré todo.

Suspiré, di una vuelta y miré el techo. Instintivamente toqué el tatuaje de mi costilla izquierda que compartía con mis hermanos, era el dibujo de una nave extraterrestre, los tres teníamos el mismo solo que en distintas partes, Ava lo tiene en su hombro derecho y Ethan en su pecho.

Y no es mi único tatuaje, no señor.

En mi garganta, donde iría mi nuez de adán si fuera hombre, tengo impreso ドライブ que significa "conducir"; y en medio de los omóplatos está tatuada una rama con flores de sakura que va desde el inicio de la nuca hasta mi espalda baja.

Los tatuajes son las cosas más sexis y hermosas que existen, siento que tienen un poder y una magia propios. Decoran el cuerpo pero también realzan el alma, contando la historia de uno. Duelen como un carajo según donde te lo hagan pero el placer que sientes una vez que te los vez al espejo es inimaginable.

Jooo, Lexa filósofa.

Si no fuera porque me los hice a escondidas no tendría ni un solo punto de tinta en mi cuerpo por culpa de mi madre. Ya saben, la típica persona que se justifica en que te vas a arrepentir, que tu piel se pondrá arrugada y no se verán bien los tatuajes, etc.

Cuando se enteró me castigó y me soltó una cacheta por desobediente y rebelde. Pero la marca de su mano se fue, el tatuaje no. Además, tuve el apoyo de mis hermanos y padre, así que se quedó callada y luego me pidió perdón. Obviamente no la perdoné, pero dejamos el tema de lado.

Entre Motores || Shinichiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora