𝐿𝑎 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑑𝑎𝑚𝑎 𝑠𝑖𝑛 𝑔𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎
Lucian Briefadel es una interna en el hospital de Liberio donde ejerce temporalmente para ganar experiencia antes de volver con los Tybur.
Durante su estancia llega el paciente que se hace llamar Kruger...
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El bastardo de Paradise
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Extra
Los gruñidos se hacían escuchar cada vez que el rostro del titan mandíbula golpeada contra el suelo rompiendo la coraza que le cubría, Lucian estaba sentada pegando su espalda contra la pared, justo a un lado de Gabi.
Incluso si no estaban demasiado cerca se podía sentir el temblor en la tierra con cada golpe hacia el titan mandíbula, como lo había dicho aquel soldado marleyano que los acompañaba, Porco estaba a punto de ser devorado por Eren.
"Es mi culpa, si me hubiera dado cuenta de las obvias preguntas de Eren, yo..."
La joven doctora no era una tonta, pero se había embriagado tanto del amor de Eren y de aquel romance de novela que olvidó las insistentes preguntas sobre los Tybur, sobre el titan martillo de guerra y sobre la guerra.
- No. No - murmuró Gabi a su lado con miedo - ¡Reiner! ¡Ayuda! ¡Va a devorar a Galliard! ¡Ayuda!
La fuerte voz de Gabi fue la razón por la que Lucian salió de su propio trance, un tanto alarmada por que aún habían varios soldados de Paradise fue del edificio, pero como había dicho antes a la niña. Solo si Reiner despertaba y se transformaba podría aportar algo a la pelea, después de todo era su último recurso.
Fue solo el gran estruendo y la luz amarilla traspasando la ventana que Lucian se dio el lujo de levantarse y mirar hacia afuera, un titan acorazado con diferente armadura de erguía imponente frente al titan de ataque que había dejado a un lado al mandíbula, prestándole toda su atención a Reiner.
- ¡Reiner! - grito Gabi de emoción nada más ver como ambos titanes corrían hacia el otro con intención de atacar.
Aun con la emoción el titan acorazado fue derribado de un golpe a la mandíbula, mandándolo lejos y levantando el polvo por los aires, pero en cuando se disperso lograron ver el cuerpo del titan mandíbula siendo sostenido por la mano del acorazado.
Se lo había arrebatado.
Lucian vio como Eren salía desde la nuca del titan, con una soldado de cabello negro a su lado mientras miraba soberbio al titan abatido.
- Vamos a casa - exclamo Mikasa dándose la vuelta para ir hacia el zepelín con Eren de la mano.
Este no solo la ignoro si no que se atrevió a mirar hacia donde provenían los gritos infantiles que llamaron a Reiner, encontrando el rostro manchado de Lucian con ojos de súplicantes.
El corazón se le volcó con verla en ese estado, su camisa tenía sangre que se oxidaba y ya no traía su distintiva bata blanca, Eren estaba seguro de que Lucían derramaba lágrimas en ese ventana.
