En un futuro, donde la guerra entre humanos y robots dejó el mundo en un estado post apocalíptico, un mecánico de los suburbios llamado Reki y el líder del ejército antirobots llamado Langa, comenzarán una nueva aventura al conocerse y querer cambia...
Durante la cena, Miya jugaba con las gemelas mientras Oka y Kiriko aún lo miraban con un poco de desconfianza.
- ¿Y si está esperando el momento indicado para atacarlos? - pensó Kiriko.
- De ser así, nos hubiera asesinado mientras dormíamos, además recuerda que él me salvó ¿Arriesgar así su vida para luego asesinarme? El disparo estuvo a sólo centímetros de dañar su placa madre.
- Reki tiene razón, de haber querido asesinarlo, lo hubiera dejado en aquel callejón esa noche - comentó Oka.
Los tres miraban a Miya con su cabeza ladeada mientras pensaban.
- ¡Bueno! Sea bueno o malo, el robot no puede quedarse aquí, es peligroso que el ejército lo descubra - dijo Oka.
- ¿Pero dónde se podría quedar? - preguntó Reki preocupado.
- ¿No puede volver a Iron Wall? - preguntó Kiriko.
Miya al escuchar eso, levantó su cabeza y los miró a los tres con un rostro incómodo.
- No soy muy bienvenido en Iron Wall, aquellos robot que intentaron asesinar a Reki, me molestaban constantemente, mi deterioro en parte se debió a eso, aunque recuerdo qué desde antes de sus golpes ya estaba dañado, quizás me molestaban de mucho antes y no lo recuerdo.
- Eso es cruel, no deberían dañarse, yo pensé que tan algún tipo de hermandad que no se lastimaban entre ustedes - comentó Oka sorprendido.
- Claramente no es como piensas, y también no es como todos dicen, nosotros no matamos gente, nosotros no iniciamos nada, sólo queremos vivir en paz , aunque claro siempre hay excepciones - respondió Miya.
- ¡No quiero que Miya vuelva a ese horrible lugar! - dijo Reki conmovido con la historia.
- En ese caso, no te preocupes Miya, no volverás a Iron Wall, tengo el lugar indicado para ti... - dijo Oka.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¿Estás seguro que estarás bien aquí? - preguntó Reki a Miya con mirada insegura.
- ¡Si! Es perfecto... - respondió el robot fascinado.
Oka tenía un segundo taller mecánico, dónde estacionaba los vehículos que tenía que reparar, era una bodega alejada de Fallenedge, además de los mismos vehículos, había montanas de repuestos, el lugar era ideal para que Miya se encondiera.
- No es para nada lujoso pero te servirá como escondite mientras tanto - dijo Oka.
