En un futuro, donde la guerra entre humanos y robots dejó el mundo en un estado post apocalíptico, un mecánico de los suburbios llamado Reki y el líder del ejército antirobots llamado Langa, comenzarán una nueva aventura al conocerse y querer cambia...
- ¿Por qué hiciste eso? Imbécil - le dijo Reki mientras daba un débil puñetazo - Además... ¿Por qué me cuentas eso?
- Yo los vi... de hecho los seguí por varios días por órdenes de Ainosuke, sé que son algo más que amigos y comprendo tu preocupación, y quiero reparar lo que hice, por lo que te ayudaré a ingresar a Risetown.
- ¿Ah? - preguntó Reki aún confundido.
- Qué quiero ayudar... hay una manera de ingresar a Fallenedge sin ser visto, Langa está en los calabozos de la base central, ahí encierran a los soldados rebeldes como "castigo" por sus malos actos y a la vez los hacen meditar en ese oscuro y frío lugar.
- Eso suena horrible.
- La manera de llegar es por las alcantarillas de la cuidad, debes ser sigiloso y precavido, aquel camino sólo lo saben unos pocos del ejército, yo lo supe debido a que el científico Ainosuke me lo enseñó para que siguiera a Langa sin levantar sospechas, me entregó un mapa y un gps.
- De acuerdo, confiaré en ti porque en estos momentos eres mi única esperanza... Enséñame ese camino por favor.
- Toma - Kazu le entregó un papel bastante arrugado - Ese es el mapa, ve con cuidado pelirrojo.
- Gracias... Y cuando Langa sea libre, deberás pedirle perdón como corresponde - dijo Reki con una sonrisa.
- Por supuesto - respondió Kazu tímidamente.
- Y mi nombre es Reki - dijo Reki mientras se alistaba para bajar a las alcantarillas.
Reki caminó hacia donde se encontraba la entrada según las indicaciones del mapa, era en una parte desolada de Fallenedge. Miró con cautela hacia todos lados y abrió con dificultad la tapa metálica de la alcantarilla y comenzó a descender.
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Mientras caminaba, con la poca luz que proporcionaba su linterna y escuchando el sonido del agua correr y de las ratas caminar, iba tratando de controlar los constantes temblores que le causaba el miedo de estar en ese lugar, a pesar de verse como un muchacho sereno y maduro, en realidad aún era un niño, el cuál le temía a la oscuridad y a lo paranormal.
- ¿Por qué tenía que ser la alcantarilla? Es tan húmeda y oscura y...
Un ruido hizo que se detuviera instantáneamente.
- ¿Alguien me está siguiendo? ¿O quizás es un fantasma? - comenzó a girar su cabeza lentamente pero no vió nada.
Reki se apegó al muro, apagó la linterna y comenzó a avanzar lentamente mientras trataba de afinar su sentido de la audición.
- Esos son pasos... ¿Y si es un guardia? Debería dejarlo inconsciente mientras aprovecho de correr, pero ¿Cómo se deja inconsciente a alguien?
