Light Yagami era un joven brillante, un modelo a seguir en muchos sentidos. Podríamos hablar de su excepcional inteligencia, su habilidad para adaptarse a cualquier circunstancia o de su saber estar; sin embargo, lo que más llamaba la atención de los afortunados que compartían su mismo espacio era su innegable atractivo físico. En resumen, Light no se limitaba a rozar la perfección, sino que se abalanzaba sobre el propio concepto de perfección sin piedad y lo aplastaba para robarle el significado.
No era de extrañar que, debido a su extrema popularidad, Light fuese el tema de conversación por excelencia en los pasillos de la universidad o en los cambios de clase.
"¿Has visto al chico castaño del primer año?"
"Aaah. Está tremendísimo. Es como un Dios venido a la tierra."
"Dicen que ha sacado un 10 en todas las asignaturas."
"A mí me da un poco de asco. No sé, es demasiado perfecto."
"¿Crees que tengo posibilidades con él?"
"Un chico tan guapo tiene que tener novia desde hace siglos."
No es que Light no fuese consciente de los comentarios y los suspiros que su mera presencia suscitaba; simplemente prefería ignorarlos y centrarse en las cosas importantes para él: familia, estudios, y unos pocos elegidos que consideraba amigos de verdad.
"¡Light! ¡Eh, Light!"
"Matsuda. ¿Qué pasa?"
Touta Matsuda; su único amigo de la universidad.
A diferencia de Light, Matsuda no destacaba por su inteligencia, ni tampoco por su estilo o su físico. No obstante, tenía una cualidad que Light valoraba por encima de todo y que lo hacía especial: era buena persona, un joven leal y honesto que jamás traicionaba a sus seres queridos.
Matsuda se llevó la mano al pecho, aparentemente sofocado después de la apresurada carrera. "Te he estado buscando por todas partes. La coordinadora de movilidad te necesita. Hoy llegan los estudiantes de Londres."
Light arqueó una ceja en señal de extrañeza. "¿Hoy?"
"Lo sé, yo también pensaba que llegarían mañana. Al parecer, ha habido una pequeña confusión con la fecha."
Light chasqueó la lengua. Semanas atrás, se había comprometido con la coordinadora a recibir a los estudiantes de intercambio, pero la modificación de última hora trastocaba su horario por completo. Los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, y estaba a cargo de varios proyectos universitarios que todavía estaban a medias. "Hoy me viene fatal. ¿No puedes ir tú, Matsuda?"
Matsuda sacudió la cabeza con energía y le dirigió una mirada implorante. "Sé que estás ocupado, Light, pero la coordinadora ha insistido en que solo puedes ir tú. Eres el que mejor impresión causará de lejos; por no hablar de que tu inglés es perfecto."
Light resopló y se frotó el puente de la nariz, resignado. "Tsk. Está bien. Iré yo."
"Eres el mejor, Light.", agradeció su amigo, con una sonrisa de alivio. "Según tengo entendido, llegarán sobre las 17h. Tendrás que recibirlos en la entrada principal y enseñarles el centro, y luego sus respectivas habitaciones."
"Entendido."
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A pesar de su apretada agenda, Light se aseguró de estar en la entrada principal unos minutos antes de la hora acordada. Sabía bien que los ingleses valoraban mucho la puntualidad, y él debía causar buena impresión a toda costa. De la misma forma, también eligió ropa adecuada para la ocasión: un elegante y jovial traje gris que enmarcaba su figura y lo hacía verse incluso más atractivo que de costumbre.

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En otra vida
Fanfic¿Qué hubiese pasado si Light y L se conociesen en otra vida? ¿Seguirían siendo rivales, aun a pesar de la ausencia del cuaderno de muerte? Acompáñame para saber la respuesta.