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EL OBSCURIAL
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—¿Cómo es posible que tengan todo esto dentro de una insignificante maleta? —dijo John con asombro.
—Cariño, eso es porque tus padres nunca te dejaron conocer el mundo magico —respondió Nea.
Dede los había dejado solos al ver que aún no salían de su estado de sorpresa y caminó con cuidado hasta el rubio que revisaba el nido de occamys. Newt estaba acompañado de sus nuevos amigos cuando llegó a su lado.
—Son hermosos —dijo la mujer de cabello corto.
—Ahora si, ya están todos...
El hombre de baja estatura fue el primero en notar su presencia, sonrió extendiendo su mano. —No nos hemos presentado antes, soy Jacob.
Dede devolvió el saludo al notar su simpatía. —Dandelion, un gusto.
—Yo soy...
—¡Tina! —la interrumpió Nea —Que alegría verte aqui, pensé que había visto mal cuando llegamos pero no, si eres tú.
La mujer, que ahora podía reconocer como Tina sonrió con incomodidad. —Hola Nea, tanto tiempo...
—¿Ustedes se conocen? —preguntó John confundido.
—Claro, Tina trabajo en la MACUSA conmigo hasta que... Bueno, cada una fue por distintas oficinas.
John asintió. —¿Dónde trabajas ahora?
—¿Ustedes de dónde se conocen? —preguntó con rapidez evitando dar una respuesta.
Ni Dede ni John se esperaron esa pregunta, Nea los miro esperando una respuesta, dejando el ambiente más incómodo que antes.
—Este insecto que está acá y yo nos conocemos hace tiempo, casi no puedo recordar ya con exactitud —la morena habló tratando de desviar la atención.
