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TE AMO
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Las olas del mar golpeaban con suavidad la superficie del gran barco acompañado de una pequeña brisa, era el día perfecto para tomar una tasa de té caliente para que las manos entren en calor.
El viaje había sido largo y agotador, con el dinero que aún les sobraba pudieron alquilar un camarote decente, pero no presentaba problema alguno pues pasaban lo largo del día dentro de la maleta de Newt ayudando a los animales. Frank –el ave trueno– se había adaptado con agilidad a su nuevo hogar temporal, después de su recuperación había volado todo el lugar feliz.
—¿De verdad no piensas quedarte? — preguntó Newt.
—Ya hablamos sobre esto, sabes que tengo asuntos que resolver.
Suspiró sonoramente acomodando la valija que daba pequeños movimientos:—Amor, solo será un día como mucho. Ya veras que me tendrás detrás tuyo cuando menos lo imagines —dijo la chica entrelazando nuestras manos.
Mientras Newt debía de hacer una parada en Nueva York Dede debía seguir en viaje hacia Nueva Jersey, extrañamente había recibo una notificación de sus padres solicitando su presencia. Solo seria una visita de prevención y pronto estaría viajando al encuentro del castaño. Después de despedirse y que bajara lentamente con cuidado de que su maleta no se abriera, pude verlo a lo lejos mientras el barco seguía hasta su última parada. La distancia en la que se encontrarían no era mucha pero eso no quitaba un mal presentimiento que se extendía por el cuerpo de la joven.
El apellido O'Neill se encontraba bien colocado en las familias de sangre pura, un apellido noble que venia de la realeza. La mayoría de la familia denigraba a los más bajos y no era de esperarse que los rumores del seguimiento a Grindelward sean un poco acertados. Después de algunas pocas horas de viaje, fue una enorme sorpresa encontrarse con sus padres al descender con pocas pertenecías. El gran Robert III O'Neill junto a su esposa Elizabeth se encontraban apartados de todos con mal cara. El día estaba comenzando y no de la mejor manera.
