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- Míralos juntos - le decía Tom a Maddie

Miraban al prometido de Rachel celebrar con sus amigos después de un partido de Volleyball.

- Ojalá Sonic tuviera eso...

- ¿Músculos? - preguntaba Maddie con sonrisa pícara

- Contrólate amor... No, amigos, compadres, una pandilla. No, Sonic no tiene algo así, está... volando solo

- Mi amor, tienes que relajarte. Estás en el Four Seasons. Pide un Mai Tai, pasa tiempo con tu esposa...

- Eso dijo él, en serio, con esas palabras

- ¿Ves?

- Está bien...

- Sonic es muy listo. Sabrá que hacer

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- ¡NO SÉ QUE ESTOY HACIENDO NI HACIA DONDE VAMOS! -gritaba Sonic en medio de la tormenta de nieve para que Tails pudiese escucharlo

El dúo se encontraba en medio de las montañas nevadas de Suecia. Pero había una tormenta de nieve, por lo que era difícil caminar o siquiera ver por dónde iban. Y obvio, hacia un frío del demonio.

- ¡ESTAMOS COMPLETA, TOTAL Y ABSOLUTAMENTE PERDIDOS! - siguió hablando el oji-verde

El radar de Tails no les llevaba en ninguna dirección en concreto, la tormenta no se los permitía.

- Sonic, con este clima es imposible que esta cosa nos guíe a algún lugar. ¿Y si volvemos?

- No no no no, hay una luz en frente, tal vez podamos refugiarnos ahí

El dúo se acercó a lo que parecía ser una cabaña gigantesca en donde por dentro se veía bastante gente cantando, bailando y comiendo.

-¡Perfecto! - exclamó el peli-azul

- Sonic, ¿seguro que es buena idea? No sabemos quién esté adentro...

- No te preocupes. Todos son super amables en la tierra. Y les fascina recibir a perfectos desconocidos

Sonic y Tails se vistieron con ropa cálida que encontraron afuera del lugar para... sinceramente, no sé que esperan con eso, lo más raro que tienen es su ropa y su color de pelo, pero fuera de eso pueden pasar desapercibidos. En fin, allá ellos. Cuando abrieron la puerta todo el mundo se les quedó mirando extraño. Un tipo no tenía un ojo, otro clavó un cuchillo sobre la mesa y una ancianita tejía una calavera. Un tipo le partió la cabeza a un pez con un hacha, la cabeza cayó justo frente al dúo, incluso dijo "¡huyan!". Todo esto asustó al dúo y Tails se desmayó, pero...

- ¡Mesa para 2 por favor! - pidió Sonic

Ya con Tails despierto, el dúo estaba sentado en una mesa, esperando a que los atiendan. La mesera, con cara de pocos amigos, llegó al sitio de ellos y colocó 2 menús frente a ellos de mala gana. Pregunto en ruso que querían comer.

- 2 Estofados por favor - pidió Tails

El traductor de su máquina tradujo al sueco y la mujer se llevó los menús, aún de malas.

- ¿De dónde sacaste tus gadgets? - preguntó Sonic por curiosidad

- Yo... los invento - contestó Tails con nerviosismo - A eso me dedico. De hecho, fue con mis inventos que te descubrí. ¿Recuerdas la noche en el campo de béisbol?

La rabia e impotencia que sentía en aquel momento era indescriptible. Sonic se puso a correr alrededor de todo el campo para desahogarse, pero no se percató de algo: su cuerpo comenzó a desprender una especie de energía eléctrica... 

Sonic 2: La PelículaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora