Prólogo

175 7 0
                                    

El Planeta Hongo

- Bitácora del Doctor: Día 181 en este... purgatorio de porto vez... - se narraba Robotnik a sí mismo

Después de agarrar la cabeza de un hongo la cual fue rellenada con un líquido que el propio Robotnik había inventado después de haber armado un complicado mecanismo a base de champiñones, comenzó a revolver el líquido con el contenedor de la hebra de pelo de Sonic, la cual aún conservaba intacta. Llevaba 6 meses atrapado en aquel planeta donde solo habían hongos, y el doctor ya aceptaba que había caído en la locura.

- Mi única compañía es una roca a la que llamo Roca. La pregunta es: ¿para quién estoy narrando esto?

Iba a probar el contenedor, pero el mismo soltó unos cuantos rayos que lo electrocutaron, probablemente se originaban del la hebra de pelo.

- Parece que me he convertido en el protagonista del teatro de lo absurdo. Varado en el espacio profundo gracias a ese mugroso enano peli-azul, pero todo está bien gracias a la atmósfera respirable y a mi intelecto superior alimentado por el único rival digno de representar un reto

El doctor jugaba ajedrez con una meza improvisada usando algunos champiñones como las fichas, y del otro lado había.... un espejo. Así es, jugaba contra él mismo.

- Me esfuerzo en hacer con los hongos una bebida selecta funcional: café de hongo

Robotnik bebió del líquido, pero lo escupió inmediatamente al no tener el sabor que esperaba.

- Con limitado... limitado... limitado... éxito

Cada vez que lo volvía tomar tras repetir todo el proceso, lo escupía: su plan no funcionaba, por más que lo quisiera negar.

- Pero hoy, el día 181 ha traído nuevo optimismo en mi tarea más urgente: ¡el escape del planetongo para regresar a patear traserongos azulongos!

"Eggman" había utilizado partes de su antigua nave para crear una especie de antena usando energía de un gigantesco champiñón y enviar una especie de señal a través del universo que le permitiera obtener transporte para volver a la tierra.

- Si mis cálculos son correctos, y sobra decir que si porque siempre lo son, este pelo dará energía a mi obra maestra

Robotnik había conectado el pelo de Sonic a una computadora, un gancho estaba conectado a un extremo de la hebra, y el doctor sostenía en su otra mano el otro gancho. Comenzó a acercar el gancho suelto a el pelo.

- ¡Encendamos la vela! Y ya veremos que pasa...

Conectó el gancho suelto y su invento pareció comenzar a encenderse. La máquina electrocutó al doctor y lo mandó a volar, mientras desataba una gran ola de energía a través de todo el planeta.

La noche había caído, y el doctor permanecía inconsciente en su sitio, con la hebra de pelo en su mano derecha. De repente, un portal de anillo se abrió frente a él, y de este salieron 3 soldados que parecían ser una especie rara de centinelas. Hablaron un idioma muy extraño mientras que se acercaban a Robotnik. Uno de ellos vio el pelo de Sonic e intentó tomarlo, pero en ese instante Eggman despertó demostrando que solo actuaba y esperaba que alguien se apareciese.

- ¡Saludos! - sorprendió el doctor al centinela

Jaló una cuerda que activó un mecanismo que mandó a ese mismo soldado a volar. A su vez, movió con su pie una piedra que activó otro mecanismo, soltando un gigantesco tronco que le dio en la cabeza a otro de los soldados y lo mandó con el creador. Y para el toque final, oprimió un botón que activó su nave, la cual empujó una roca que cayó sobre una catapulta y esta disparó a "Roca" directo a la cara del centinela que quedaba, dejándolo dormido en el suelo. Robotnik veía el anillo maravillado: después de 6 meses, al fin tenía una salida.

- Agente Roca, ya podemos irnos de este ¡PLANETONGO TRISTE Y APESTOSO!

Le dio otra probada al pelo de Sonic y se dispuso a correr en dirección al portal. Estaba tan contento de por fin tener una escapatoria, pero en cuanto se acercó al portal, una silueta se dirigió hacia él. Robotnik se resbaló y cayó de espaldas, mientras veía aterrado a aquel ser que se acercaba cada vez más. Este tenía un cabello rojo bastante largo, tez negra, guantes blancos de boxeo cuyos nudillos eran gigantes, ojos rosa y zapatos tipo militar amarillos con rojo y calcetines verdes. Su pantalón se asemejaba a los que usaban los militares, y llevaba una camisa sin mangas color café que tenía el logotipo de un equidna desgastado dibujado en la espalda. 

Se acercaba a Robotnik con una sonrisa mientras sus ojos cambiaban su color rosa a rojo. Al estar ya frente a frente, su sonrisa se borró y miró de reojo el pelo que tenía en su mano.

- ¿Dónde conseguiste eso? - preguntó aquel ser

Su voz era profunda e intimidante, Robotnik sentía miedo al escuchar a aquel ser, pero jamás lo demostraría o admitiría. En cuanto el de tez negra le hizo la pregunta, el doctor vio el pelo y lo elevó para que tanto él como su contrario lo pudieran ver.

- De una diminuta amenaza peli-azul en un planeta llamada Tierra - contestó "Eggman"

El de tez negra le miró con el ceño fruncido, no muy convencido de la respuesta.

- Estaré complacido de llevarte allá - siguió el doctor

Tenía un plan en mente, uno que quizás podría funcionar bastante bien....

Sonic 2: La PelículaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora