❝ Te tendré a toda costa para mi hyung, y nada, ni nadie me detendrá de hacerte mío ❞
Donde Hwang Hyunjin, alumno prodigio de la escuela de artes escénicas de Seúl, se encuentra flechado del nuevo estudiante Lee Minho.
¿Qué podría salir mal en aquel...
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La escuela de artes escénicas de Seúl es reconocida por los grandes talentos que en esta se forman, grandes idols kpop, actores de famosos kdramas, o hasta algunos que han incursionado en Hollywood han salido de estos pasillos, delgados cuerpos con una característica en común.
Todos tienen un sueño casi imposible de cumplir.
Hyunjin sabía esto mejor que nadie, cuando recién había ingresado a la escuela estaba extasiado por al fin tener la oportunidad de expresar su pasión por el baile, con su madre apoyándolo desde su hogar emprendió el viaje a Seúl instalándose en un pequeño departamento cercano a la institución.
Los primeros días hizo un par de amigos, pero como su maestro había dicho "Por cuan amigos sean, siempre serán competencia" Y Hyunjin lo creyó, siempre liderando sus clases con aquellos dotes que se le fueron dados, su concentración únicamente en lograr destacar.
O era de esta forma hasta ese día, ese día en el que por la puerta entró un chico de cabellera anaranjada que atrajo su atención por su singular belleza, aquella mueca de fastidio y esa personalidad tan poco ordinaria.
Hyunjin estaba enormemente cautivado por el chico nuevo, por sus gestos, su voz, sus ágiles movimientos desde la primera clase. Aquel chico que se presentó como Lee Minho se volvía su competencia y sorpresivamente Hyunjin no se sentía amenazado, al contrario, deseaba enormemente compartir el podio con su lindo Hyung.
Sus compañeros al notar que las habilidades de ambos chicos eran tan maravillosas creyeron que verían una contienda, una rivalidad entre ambos, sorpresivamente no fue así. Hyunjin se había acercado a su mayor con buenas intenciones y rápidamente notaron como se hacían más y más cercanos, a veces parecía que Hyunjin era un perrito que avanzaba detrás de su mayor en busca de caricias o una mirada.
Impactante si les preguntan.
El pelinegro no niega esto, acepta enormemente que su lindo hyung lo hizo caer a sus pies. Y es que las casualidades no existen, es algo en lo que Hyunjin creía fervientemente. Puede que sí, que toparse con su mayor tantas veces dentro de la academia fuera una deliciosa coincidencia, aun así, en su mente eran claros indicativos de que su lindo hyung era únicamente para él, que nadie más puede intentar adentrarse en sus pantalones. Que con cada sonrisa que este le dedicase le demostraba que su amor sería correspondido prontamente, Hyunjin estaba tan ilusionado.
No le importa que le llamen loco, él está completamente convencido de que estará al lado de si lindo hyung cuando menos se lo esperen, podrá tomar su mano y decir que ese hombre es únicamente suyo.
Por eso cada que puede intentar destacar, hacerle ver a su mayor que él está a su altura, que juntos serán imparables, invencibles, serán la envidia de la academia y su destino sería más que exitoso.
Llámenlo altivo, pero él sabe que es un perfecto partido para Minho, es apuesto, es habilidoso, la cocina se le da muy bien además que tiene un encanto, cada palabra que sale de su boca atrae a los demás cual abejas tras su abeja reina. Era un ser con una personalidad impecable, podría decir que era perfecto.
Por eso era apodado el príncipe, y cuánto deseaba poder reinar junto a Minho. No es que sea obsesivo o en su boca solo habite el nombre de su mayor, es que realmente lo ama y haría cualquier cosa para tenerlo a su lado
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—Minho hyung la coreografía la ha ejecutado impecable—. Halago Hyunjin extendiéndole a su mayor una botella de agua y una toalla para que este secase su sudor, con una sonrisa Minho recibió lo que su menor le entregaba, para Lee, Hyunjin era muy tierno con sus acciones tímidas, a sus ojos tenía una enorme dualidad, en las presentaciones era un tigre mientras que cuando se dirigía a él era un pequeño gatito
—Gracias Hyunjin-sshi, tú igual has hecho una presentación muy buena—. Le sonrió, tras esto abrió la botella de agua sintiendo el frescor de la bebida sin prestar atención a la reacción de Hyunjin quien no hacía más que ilusionarse con las palabras de su mayor
En su mente podía escuchar los programas de chismes con el titular "pareja de bailarines rompe récords con su química innegable"
Oh sí, cuán ilusionado estaba.
A su alrededor la sala de ensayos comenzaba a vaciarse, los maestros se habían retirado luego de la presentación de Minho por lo que eran pocos los chicos que continuaban dentro de la estancia. Hyunjin comenzó a jugar con sus manos nervioso, quería invitar a su hyung, pero los nervios le ganaban.
¡No podía con ver a su mayor de aquella forma! Su manzana de adán moviéndose en sincronía con cada sorbo que le daba a la botella
Minho pudo sentir la mirada de Hyunjin sobre sí mismo por lo que tras un último sorbo hablo
—¿Qué sucede Hyunjinnie?—. Le interrogó, Hyunjin paso saliva asintiendo
—Es que, ammm, quería saber si hyung querría salir a almorzar conmigo por haber presentado la prueba—. Dijo rápidamente para seguido cerrar uno de sus ojos debido a los nervios, al no escuchar respuesta suspiro
—Oh Hyunjinnie, quede de almorzar con mi madre, ¿Te apetece mejor una cena?—. Le ofreció su mayor, Hyunjin asintió frenéticamente
—Sí hyung, ¡Salgamos a cenar!—. Acepto cantarín el menor, Minho rio revolviendo los sudados cabellos de Hyunjin
Así de a poco Hyunjin iría enamorando a su lindo hyung, ¿No?
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