❝ Te tendré a toda costa para mi hyung, y nada, ni nadie me detendrá de hacerte mío ❞
Donde Hwang Hyunjin, alumno prodigio de la escuela de artes escénicas de Seúl, se encuentra flechado del nuevo estudiante Lee Minho.
¿Qué podría salir mal en aquel...
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En aquella sala únicamente se podía escuchar un silencio abrumador acompañado del sonido que el golpeteo de los dedos de Hyunjin ocasionan al golpear la superficie del suelo.
Tan pronto ingresó en su departamento, cerró la puerta a sus espaldas y sacó sus zapatos, no pudo evitar deslizarse contra la pared hasta quedar sentado en el suelo, estiró sus piernas y observó la punta de sus pies enfundados en sus medias.
Acababa de cometer una estupidez y Hyunjin lo sabía, Hyunjin había sido tonto, tonto, tonto, tan tonto por tener pronto a su Minho hyung entre sus brazos. Se había atrevido a apuñalar al estúpido novio de Minho, era tan ridículo.
En sus planes iniciales estaba únicamente amenazar a Jisung, darle un par de advertencias porque creyó que el chico era manipulable, pensó que sería sencillo, pero luego observó la mirada del menor, vio en ella la determinación en sus ojos y supo que no podía estar más equivocado.
Por eso aquella navaja que llevaba nada más para asustar al rubio cumplió su ficticia función, Hyunjin no iba a herir a nadie, era una línea que no quería cruzar, pero cuando menos lo espero ya la había clavado en el vientre bajo del chico y fuera de asustarse, fue increíble.
Enfundo miedo en el chico, tal vez no de la forma en la que imagino, pero lo logró y fue excitante, ver el líquido carmesí en el filo de la navaja fue estupendo, y si pudiera lo repetiría sin dudar.
Claro está que no debía hacerlo, o bueno, si quería seguir gozando de libertad debía crearse un muy buen plan.
Apoyándose de sus palmas se levantó del suelo, observo su alrededor totalmente perdido en sus pensamientos, seguramente Jisung ha de haberle dicho más de algo a Minho, lo que llevaría a que el mayor dude de su persona, o por lo menos lo mantenga vigilado, así que debe cambiar de estrategia.
—Minho hyung no me quiso cuando fui bueno y estúpidamente atento, eso ha de significar que a él le gusta arrastrarse y no que se arrastren por él, ¿Cierto? Porque eso fue lo que hizo con el estúpido de Jisung —Murmuró Hyunjin comenzando a caminar hacia la barra americana en su cocina, en ella tenía una foto que se había sacado con Minho, así que tomo el marco entre sus manos
—Cierto, como pude ser tan ciego, nada más debo intentar enamorarlo de forma distinta, ¡Dejar de ser el chico perfecto, sino, pasar a ser el chico imperfecto! Como no pensé en eso antes —Dijo para seguido soltar una risa
Dejó el marco de nueva cuenta sobre la encimera y a trote apresurado se dirigió a su habitación, dentro de ella abrió de par en par las puertas de su armario comenzando a sacar todas las perchas dentro de este, volcó los cajones sobre su cama creando así un completo desastre
—Nada más debo cambiar totalmente mente, e infiernos eso es tan sencillo —Se dijo a sí mismo comenzando a revolver las prendas, selecciono un par de medias altas que solía ocupar en los ensayos de baile contemporáneo, ya que le facilitaban el trabajo, tomó un par de pantalones cortos, una camisa blanca y un enorme sudadero negro
