❝ Te tendré a toda costa para mi hyung, y nada, ni nadie me detendrá de hacerte mío ❞
Donde Hwang Hyunjin, alumno prodigio de la escuela de artes escénicas de Seúl, se encuentra flechado del nuevo estudiante Lee Minho.
¿Qué podría salir mal en aquel...
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Para Minho el silencio por parte de su novio era una mala señal, Jisung era muy hablador y que estuviera haciéndole una ley del hielo le inquietaba, pero había una cosa que lo preocupaba más, y era el hecho de que el rubio no había aparecido en la academia hace ya días.
Eso, por decir lo menos, era alarmante, puesto que el chico iba muy bien, avanzaba bastante rápido en sus cursos y varias agencias ya tenían sus ojos puestos sobre el muchacho, deseosas de reclutarlo.
Toda esta incertidumbre tenía a Minho con los nervios a flor de piel, además de venir acompañada con un malhumor que todos podían percibir a simple vista. La mayoría sabía del porqué Minho cargaba esta actitud consigo, pero eso no significaba que les gustará ver al bailarín descompuesto por esta extraña situación.
—Minho
—Minho-ah
—Minho-sshi
—¡LEE KNOW! —Le gritó Momo en el oído a Minho, quien dio un salto ante el repentino susto
—¡Momo noona! ¡¿Qué le pasa?! —Exclamó Minho cubriendo sus oídos, previniendo por si su amiga volvía a atacar
—¡No me estabas poniendo atención! —Le reclamó la chica, Minho si era honesto no recordaba ni el momento en el cual la chica llegó a sentarse a su lado
—Lo siento, si te reconforta no he estado poniéndole atención a nadie —Murmuró Minho mientras volvía a revisar su teléfono celular con esperanza de tener noticias de su lindo novio, pero tal como pasó estos últimos días, su bandeja de mensajes estaba vacía
¿Dónde carajos se había metido Jisung?
Momo hizo una mueca al observar la actitud de Minho, el chico se veía tan apagado ante el goshteo que su novio había comenzado a hacerle.
—Minho, en serio me preocupas, ¿Has dormido? —Preguntó Momo retirando con delicadeza el dispositivo móvil de las manos de su menor.
El chico se veía demacrado, puesto que había estado sobre-exigiendose a él mismo en el baile, además de saltarse las comidas para seguir entrenando. Momo conocía el significado de eso, Minho se estaba negando a pensar, estaba evitando la situación.
—Sí noona, ¿Qué te hace creer lo contrario? —Interrogó Minho al tiempo que volteaba a verla
—Podría ser el hecho de que tus ojeras ya casi llegan a tu boca —Le regañó la mujer mientras tomaba una de las manos contrarias y la apretaba entre la propia
—He dormido, algo, es complicado —Murmuró derrotado el menor, Momo asintió
—Sé que es el tema de Jisung el que te tiene de esta manera, ¿Ya has probado ir a su casa? —Le pregunto la pelinegra
—¡Claro que sí! —Exclamó Minho al tiempo que dejaba caer su cabeza contra la mesa, golpeando su frente en el proceso —Pero no me abre, no responde a mis llamadas y ni hablemos de mis mensajes —Dijo de forma ahogada el chico, Momo supuso que este no deseaba que viera el estado en el cual se encontraba.
