❝ Te tendré a toda costa para mi hyung, y nada, ni nadie me detendrá de hacerte mío ❞
Donde Hwang Hyunjin, alumno prodigio de la escuela de artes escénicas de Seúl, se encuentra flechado del nuevo estudiante Lee Minho.
¿Qué podría salir mal en aquel...
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La noche estaba helada, presumiblemente por la hora, puesto que el reloj marcaba pasada la una de la mañana, pero Minho era incapaz de conciliar el sueño, lo que le llevó a estar en las calles con un cigarrillo entre sus dedos y su gruesa chaqueta cubriendo su cuerpo.
La mente del peli naranja estaba hecha un completo lío, no sabía qué pensar y mucho menos cómo afrontar la situación, la charla con Chan le había hecho darse cuenta de todo, y se sentía tan vacío.
Llevó el cigarro a su boca y dio una nueva calada, el humo raspando su garganta para luego ser expulsado formando una capa gris frente al muchacho.
—Fue mi culpa, por ciego —Murmuró Minho, incapaz de parar de culparse por lo ocurrido
Se que muchos creerán que estaba exagerando, que estaba apresurándose, pero en su defensa, Jisung había conseguido meterse bajo su piel de una forma increíble, dando como resultado que su pecho se sintiera vacío y que su mente no parará de reproducir las veces que le había dicho te amo.
Minho ponía las manos al fuego al decir que Jisung era su alma gemela, pero así lo sentía y ahora que no estaba no podía evitar deprimirse.
En la fría noche el chico fue capaz de escuchar un ruido provenir de unos callejones no muy lejos de donde se encontraba, algo paranoico se alejó a paso apresurado de donde provenía el ruido, pero sin poder reaccionar, Minho pudo sentir un impacto contra su cabeza, asustado se dio la vuelta, pudiendo ver a Hyunjin con una sonrisa tenebrosa surcando su rostro y un bate entre sus manos.
—Buenas noches Minho hyung, usted vendrá conmigo para que podamos vivir en nuestro paraíso —Le dijo el chico para volver a impactar aquel trozo de aluminio contra el cráneo del peli naranja, quien sin poder defenderse cayó tendido contra el suelo helado.
El cigarrillo voló de los dedos del mayor, y con algo de morbo Hyunjin lo tomo, dirigiéndolo a sus labios
—Ya era hora de que usted viniera conmigo hyung —Dijo Hyunjin mientras observaba el cuerpo de Minho tirado en la acera.
Con cuidado tomó a Minho de los brazos, tirando de él en dirección al callejón donde había dejado estacionado su auto, con una mano abrió el maletero, extrayendo de esta una soga que usó para atar las manos de Minho.
Tuvo que realizar muchos esfuerzos para subirlo al chico a su auto, pero cuando lo consiguió no pudo evitar soltar un suspiro exasperado, Minho era más alto que sus anteriores dos víctimas, cosa que complica su tarea al tener que averiguar cómo demonios meter a su hyung en el maletero.
El chico peli naranja acabó doblado enrollado sobre sí mismo dentro de aquel baúl —Es por su bien hyung —Habló Hyunjin para seguido pegar un trozo de cinta americana en la boca de Minho —Y por el mío también —Rió el pelinegro mientras cerraba el maletero
Al entrar a su auto, el teléfono de Minho sonó, Hyunjin había arrojado las cosas de su hyung en el asiento de copiloto, en la pantalla se reflejaba "Bang Chan (no ignorar)", una idea arriesgada paso por la mente del alto y sonriendo contestó la llamada.
