Cherly y Jughead llevan siendo pareja más de dos años. La pareja más adorada de todo Riverdale High. Pero Betty no está nada contenta con esto. Ella es la reina serpiente, él el líder de los bulldogs. Betty habla con una vieja amiga, Toni Topaz, que...
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Las cosas habían cambiado levemente entre los dos los primeros días de instituto. Los dos pensaban que había sido un error, pues aunque había sido hermoso seguía siendo una infidelidad.
Todos notaban lo frío y distante que estaba Jughead con su novia. Era preocupante ante todos quienes pensaban que habían roto
_Sigo sin saber porqué me ignoras- dice molesta siguiendole
_No es nada Cherly, no exageres.
_Mira Jughead. No se que te pasa pero desde aquel día en la piscina estas diferente y yo no voy a rogarte. Si es por la perra esa...
_Mira- dice frenando su paso para mirar a la pelirroja- haz lo que quieras, pero a Betty ni se te ocurra insultarla. Ella sigue siendo más importante para mí de lo que tú serás nunca.
Tras decir eso continúa su paso dejando sorprendida y enfadada a Cherly.
La rubia pasó por su vista, quien estaba abriendo una taquilla para dejar unos libros. Cherly frunció el ceño pues la rubia no iba a su instituto, hasta que calló en la cuenta de que era la taquilla de su novio. La pelirroja se acerco a ella poniendo una sonrisa falsa para apoyarse en la taquilla de al lado.
_Betty, hermosa. Que bien te veo
Betty rueda los ojos ante la amabilidad de la pelirroja.
_Que quieres?
_Simolemente hablar. Sabes porque Jugheas ha estado tan raro esta semana?
Betty para lo que está haciendo para mirar a Cherly y fingir tranquilidad.
_Tendria que saberlo?
_No se. Pero como sois amigos y eso. Hoy te ha puesto a ti por encima de mi. Eso nunca había pasado con ninguna otra chica- hace una pausa al ver cómo el pulso de la chica acelera- sabes algo que yo no?
_Mira Cherly yo no estoy aquí para esto, Jughead me ha pedido que le deje este libro en la taquilla y eso hago. Ahora mismo tendría que estar en clase.
_Ah, porque lo tenías tú?
_Se lo dejo en mi casa hace unas semanas
Todo eso era verdad, pues antes de lo ocurrido en la piscina ellos estuvieron haciendo deberes juntos. Jughead se dirigió su libro en su casa, y por la mañana la había escrito pidiendola que si se lo podía entregar.
Era la primera vez en toda la semana que él la escribía, no era lo que la rubia esperaba pero había que conformarse.
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