Eres Un Imbécil

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Cuando salió del baño, se dirigió a su salón, pero en el camino se topó con una chica.

— Naruto, que bueno que te encuentro — hablo preocupada la pelirrosa.

Ya era muy tarde para que escapara, no tuvo más opción que escucharla.

— No encuentro a Sasuke, salió corriendo y ahora no sé dónde está, me preocupa que este solo, pero ya lo busqué por todas partes — agrego consternada.

El rubio respiro profundamente.

— Sasuke, ¿Qué le pasó? — pregunto con preocupación en su rostro.

— Alguien le tiró pintura encima, debiste ver su cara, estaba tan contento antes de eso — decía con tristeza.

— Pero ¿dónde estará? — pregunto.

— Tal vez en el baño, ¿Puedes buscarlo Naruto?, No puedo entrar yo.

— Claro, yo iré enseguida, gracias por avisarme Sakura — grito mientras corría de regreso al baño.

Diablos, él ya se quería ir a su salón, pero tendría que hacer otras cosas.

Cuando llegó el baño seguía vacío, y aún se escuchaban los sollozos, abrió la puerta del baño, observando a su pobre novio en ese estado.

— Mi amor — dijo melosamente.

El azabache dio un respingo cuando escuchó la dulce voz de su novio.

Sus ojos se llenaron de más lágrimas, y se lanzó para abrazar a su novio, llorando aún más fuerte, lo necesitaba, necesitaba a su novio.

— Bebé, calma, todo estará bien — le decía mientras lo trataba de tranquilizar, abrazándolo y acariciándolo con delicadeza.

Sasuke pudo respirar más tranquilo, sonrió entre sus propias lágrimas, y cerró los ojos ante las caricias de su persona favorita.

Así estuvieron un rato, Sasuke se calmó, y luego se separó de los fuertes brazos del rubio.

— Lo siento — hablo, mientras se limpiaba su cara mojada.

— No te disculpes mi amor — le contesto mientras suavizaba su mirada.

— Te manche tu ropa — dijo mirando hacia abajo.

Naruto miro su ropa, y si, había manchas de pintura, pero inmediatamente negó, levantando el rostro de su novio.

— La ropa es lo de menos, lo importante eres tú — añadió mientras le daba un dulce beso en sus labios.

Sasuke lo miro con una sonrisa, Naruto lo hacía sentir tan bien, como si sus problemas desaparecieran con su sola presencia.

— ¿Puedes decirme que te paso? — pregunto con ternura, tratando de hacer sentir bien a Sasuke.

— Unas personas tiraron pintura sobre mí, arruinaron mi ropa, Naru, yo quería sorprenderte, pero esas personas ni siquiera se disculparon, como si yo no existiera.

— No digas eso mi vida, no me importa que traigas puesto siempre serás la persona más hermosa que haya visto, y si las personas no ven eso, ellos se lo pierden — añadió mientras le sujetaba su delicada mano, y le daba besos en sus delgados dedos, haciendo reír a Sasuke — Quiero que conserves esa sonrisa, ¿De acuerdo?

Sasuke asintió y salió del cubículo junto con Naruto, se observó en el espejo, estaba hecho un desastre, su cara estaba llena de lágrimas secas, y su ropa toda manchada.

Naruto limpio cuidadosamente su rostro con un paño con agua, el maquillaje había desaparecido, pero Sasuke era hermoso por naturaleza.

— No traigo más ropa — hablo Sasuke después de un rato.

— No tiene importancia, eres hermoso así y lo sabes, ve a clases, se te hará tarde — agrego y le dio un beso en su frente.

El azabache hizo caso y pronto se separaron en el camino, ambos con pensamientos totalmente distintos.