No Fashion Muse! [TodoDeku]

V

Mordió sus voluminosos labios pintados de rojo vino una y otra vez mientras por accidente se pinchaba los dedos con los alfileres que ponía en la tela. Cortó un par de partes por acá, puso más alfileres por allá.

No, seguía viéndose soso.

Respiró profundo un par de veces antes de gritar en silencio. Tomó con furia una liga de las que usaba en su muñeca y recogió con fastidio su lacio cabello beige en un moño desarreglado. Dio un par de vueltas más alrededor del maniquí, y se dejó caer al suelo, derrotada.

La temática de su proyecto se basaba en atuendos que favorecieran la figura de las mujeres con voluptuosas curvas. Camie Utsushimi había pasado mucho tiempo de su vida arreglando su ropa, porque nunca, NUNCA había encontrado nada que le tallara bien a la primera. Los grandes diseñadores parecían olvidar que no todas las mujeres eran modelos esbeltas y estiradas.

Esa había sido su motivación para estudiar diseño de modas, crear ropa que acentuara bien a mujeres como ella.

Pero ahora lo entendía, era mucho más difícil trabajar con cuerpos curvilíneos, que con otros más... planos.

Había malgastado ya mucha tela intentando arreglar la cintura de una falda entubada, y ningún resultado parecía convencerla.

Estaba dispuesta a dejarlo de lado y revisar sus diseños cuando la voz neutra de su atractivo compañero llamó su atención.

—Si colocas el cierre de lado, se ajustará perfectamente a la cintura y cadera, ya que el zipper es flexible— Todoroki tomó un par de alfileres del alfiletero y ajustó la zona que indicaba. —Puedes agregar un moño sobre el cierre, para ocultarlo, y definirás la silueta femenina que buscas— aconsejó mientras acomodaba un moño medio hecho a la cintura de la falda, terminando el diseño.

Camie abrió la boca con sorpresa, no por lo bien que lucía ahora la prenda que confeccionaba, ni porque no conociera la brillante mente de su estoico compañero. Estaba sorprendida, porque nunca había visto al distante y frío Shoto Todoroki ayudar a alguien más. Mucho menos sin que se lo hayan pedido.

La chica balbuceó ante la mirada heterocromática sobre su persona. No la juzguen, Shoto es demasiado guapo como para hablar coherentemente al tenerlo cerca.

—Lamento haber interferido, creí que necesitabas ayuda. No necesitas escucharme si no quieres. Tus ideas son buenas, la mayor parte del tiempo— Camie tomó aire. ¡Por todos los dioses! ¡¿Acaso el despampanante genio de Todoroki acababa de decir que sus diseños eran buenos -la mayor parte del tiempo-?!

El chico la observó un poco más esperando una respuesta, pero al no recibirla decidió volver a su lugar. Quizá había sido muy imprudente y la había molestado.

Para cuando la chica salió de su ensoñación, Shoto ya se había metido tras la cortina que separaba su área de trabajo de la de sus compañeros.

Camie caminó de puntillas y asomó su curiosa mirada por un lado de la tela. Todos sabían que su querido príncipe pasaba por una mala racha, pero nadie sabía cómo ayudarle. Especialmente porque acercarse a él era bastante difícil. Sin embargo, Camie quedó asombrada por el prototipo que Todoroki había armado sobre un busto. Una camisa holgada de tono blanco, elaborada de -seguramente- organdí*, lo atractivo del simple patrón eran los bordados de flores y enredaderas por sobre toda la fina tela. Todoroki terminaba de ajustar un corsé recto de un verde esmeralda tan profundo, que resaltaba los detalles dorados de los broches. Por la forma de la última pieza, Camie supo que era un conjunto para una figura masculina.