Capítulo 22

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Culebra: seguir queriéndote tanto como el primer día que te vi. (Sandra pone cara de sorprendida) ¿y esa cara?

Sandra: nada que me han cambiado a mi chulito con gafas (ambos ríen). El chulito con gafas que yo conocí no soltaba así de fácil sus sentimientos.

Culebra: ya te dije que he cambiado.

Sandra: no es verdad.

Culebra: si lo es.

Sandra: No. No has cambiado absolutamente nada, sigues siendo el mismo chulito al que di con el bolso en la cabeza porque pensaba que me iba a robar (ambos ríen).

Culebra: Ahí me quedó en evidencia me capacidad de seducción (ambos ríen) Ya te dije yo que estabas colada por mi.

Sandra: ¿cuando?

Culebra: cuando llegamos a Valleperdido. Me dijiste ¿tu que te crees que todas las chicas están locas por ti? Y yo te respondí...

Sandra: todas no pero tu si.

Culebra: ¿te acuerdas? (Sandra asiente) Claro como te ibas a olvidar de cuando conociste al amor de tu vida.

Sandra: ¿al amor de mi que? (ríe a carcajadas)

Culebra: ¿qué pasa? No he dicho ninguna mentira. O ¿me vas a negar que estás enamorada de mi desde que me conociste?

Sandra se queda un momento callada, mirando fijamente a Culebra a los ojos. Las luces de la habitación comienzan a parpadear.

Culebra: ya tengo mi respuesta (ríe)

Sandra: ¿y tu? ¿Me vas a negar que estás enamorado de mi desde que me conociste?

Culebra: no, no te lo voy a negar. Es verdad, estoy enamorado de ti desde el día en que te conocí y agradezco cada día que nuestros caminos se cruzaran porque a lo mejor si eso no hubiera pasado hoy no estaríamos así y no tendríamos a nuestra maravillosa hija.

Sandra: eso es cierto. ¿Alguna vez has pensado que habría sido de tu vida si no nos hubiéramos conocido? No sólo tu y yo, sino con el resto de la familia.

Culebra: Si pero nunca llegaba a ninguna conclusión.

Sandra: ¿por?

Culebra: porque me daba miedo pensar en perderos, en perderte, en volver a estar solo. (Sandra acaricia la mejilla de Culebra)

Sandra: ¿te puedo hacer una pregunta?

Culebra: claro.

Sandra: ¿te acuerdas cuando fuimos al sanatorio abandonado de Valleperdido por primera vez? Cuando la chica esa nos metió en nuestras peores pesadillas.

Culebra sabía perfectamente cual iba a ser la pregunta de Sandra. Él nunca le llegó a decir cual era su peor pesadilla porque Alex les interrumpió. Ahora no sabía si decirlo o no.

Sandra: ¿tu que soñaste?

Culebra: que tenía un accidente y me mataba con la moto.

Sandra: Culebra a cualquier otra persona le puedes colar eso pero a mi. Te conozco y sé que eso no es verdad. (Sandra agarra las manos de Culebra mientras le mira a los ojos) Confía en mí.

Culebra: (coge aire) Mi peor pesadilla es que... Tu... Me odies.

Sandra: ¿me lo estás diciendo en serio? (Culebra agacha la cabeza y asiente) (Sandra le levanta la cabeza) Culebra escucha muy bien lo que te voy a decir. Jamás y repito jamás podría odiarte aunque quisiera. Así que estate tranquilo porque me tienes demasiado enganchada como para que alguna vez pueda odiarte.

Culebra: (con cierto tono pícaro) así que estás enganchada al cule eh.

Sandra: bueno, creo que es momento de irse a dormir.

Sandra le da un corto beso en los labios, se da la vuelta, se tumba y apaga la luz. Culebra se acerca a ella y le dice al oído.

Culebra: Chispas no irás a dejar que me vaya así a dormir, con ese besito. (Sandra continúa haciéndose la dormida) Chispas, chispas.

Culebra viendo que sus intentos de conseguir otro beso no daban sus frutos decidió rendirse. Se acercó aún más a ella, le retiró el pelo y le dio un beso en la mejilla.

Culebra: buenas noches chispitas.

Culebra se tumba en la cama mirando hacia Sandra. Sandra pensando que Culebra ya se había dormido decide girarse sobre si misma, para su sorpresa se encuentra con los ojos de Culebra mirándola fijamente.

Culebra: ¿tu no estabas dormida?

Sandra: si pero me has dado penita. (culebra la mira extrañado).

Sandra se acerca y le da un beso a Culebra. Se separan.

Sandra: ahora si que es hora de irnos a dormir. Buenas noches.

Culebra: buenas noches Chispitas.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

Dora despierta la primera, toda la casa está silencio, todos siguen durmiendo. Dora decide ir a la habitación de sus padres, siguen durmiendo, se acerca poco a poco a su padre.

Dora: papá, papá.

Culebra: (despertándose) mmm... Canija buenos días ¿qué pasa? ¿Estás bien?

Dora: si, es que ya no tengo más sueño.

Culebra: ¿qué hora es?

Dora: las 9. ¿Despertamos a mamá?

Culebra: no sé, a lo mejor nos regaña. (los dos ríen en silencio)

Sandra: (despertándose) ¿de que os reís vosotros dos?

Dora: de nada Mami.

Sandra: ¿qué hora es?

Culebra: las 9.

Sandra: venga, vamos a levantarnos que hoy tenemos el viaje.

Culebra: (arrastrando a Sandra de nuevo a la cama) noo, quedemos aquí un poquito más.

Sandra: Culebra no, ya habrá tiempo de dormir en vacaciones venga.

Culebra no la suelta, Sandra finge rendirse y cae en la cama. Culebra la suelta y en ese momento Sandra aprovecha salir de la cama.

Culebra: eso no vale Chispitas.

Sandra: (Sandra tira del brazo de Culebra) venga vamos

Dora ayuda a su madre y con sus poderes consigue que su padre se levante de la cama.

Culebra: canija eso no vale.

Dora: venga papi, te echo una carrera hasta abajo pero los dos invisibles.

Culebra: venga va. 3, 2, 1...ya.

Padre e hija se hacen invisibles y salen corriendo.

Sandra: son tal para cual.

La Familia SuperpoderosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora