Confianza -MLB-

Capítulo 3

Lila pensó que siempre fue muy buena con él, nunca le hacía escenas de celos, jamás le preguntaba cosas que le podrían incomodar, nunca le reviso su teléfono, ella era una buena novia después de todo. ¿Será cierto que Adrien es igual que la mayoría de los hombres? 

Sus propios pensamientos la estaban comiendo viva, no sabía qué pensar. 

La castaña nunca imaginó volver a ver a la peliazul de aquel día del bar, pero para su desdicha desde que supo de su existencia siempre la veía por los pasillos de la universidad o a veces la encontraba comiendo en una mesa cerca de dónde estaba ella con su novio y amigos. 

La mente de Lila comenzó a trabajar a gran velocidad, nunca había reparado en su existencia, quizás siempre estuvo ahí, pero era tan irrelevante para Lila que simplemente nunca la noto, también había otra posibilidad… "quizás era ella quien quería acercarse a Adrien y robarlo" pensó muy enojada. 

Veía de reojo al rubio a ver si veía a esa chica, pero este parecía concentrado hablando con sus amigos de cosas triviales. 

Lila comenzó a creer que se estaba volviendo muy paranoica 

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Adrien era un muy buen deportista y no sólo eso, era un buen alumno en general pero destacaba más en los deportes, gracias a eso concursaba en torneos con otras universidades. 

Por ello, habían días que debía faltar a las clases, sumado a su trabajo, realmente no tenía tanto tiempo como él quisiera. Sus maestros lo comprenden hasta cierto punto, pero estaban preocupados de que él joven bajara su rendimiento escolar. 

Preocupados por uno de sus alumnos más destacable en toda su universidad decidieron asignarle un tutor, con quien él pudiese ponerse al corriente. 

Su tutor sería el mejor alumno en todos los sentidos en la escuela, quien destacaba en todo. 

Y ese alumno no era nadie más que Marinette Dupain-Cheng. 

Adrien y Marinette se reunían por lo menos 1 hora casi cada día saliendo de clases.

Gracias a eso, Lila y Adrien no habían tenido casi nada de tiempo para estar juntos, más que la hora de comer y eso eran 30 tristes minutos, la castaña sentía como si su novio se iba alejando poco a poco de ella. 

Ella no era tonta pero no era lo suficientemente lista como para estar al corriente con sus clases como para ayudar a su novio aparte. 

Pero lo que le enfadaba más era que precisamente ella, la azabache de aquel día en ese bar, sea quien debía pasar ese tiempo preciado con su novio. 

La furia de Lila crecía más y más. 

El plan de alejarse románticamente  de su novio sería muy arriesgado en este punto, pero ya lo había iniciado y no quería dar marcha atrás, era el momento perfecto para probarlo. 

Pero todo fue de mal en peor, la confianza que tenía en Adrien se fue desvaneciendo casi de la noche a la mañana y esto no era culpa del rubio precisamente…eran los celos tóxicos de Lila qué la hacían dudar una y otra vez, hasta el punto en el que ella misma dejó de confiar en él. 

Los pensamientos de que Adrien la estaba engañando con esa chica se volvían cada vez más fuertes. 

La idea absurda de que Adrien había planeado todo para poder estar siempre con la dichosa "Marinette" había ganado credulidad en su mente. 

Siempre fue tan buena con él, que él simplemente le estaba viendo la cara de tonta, ella estaba más que furiosa. 

Llegó a un punto en que los celos y desconfianza de Lila se volvieron tan fuertes que dejó de guardarse los para ella y se los hizo notar a Adrien.