Confianza -MLB-

Capítulo 6

Adrien la condujo hacia una motocicleta, se montaron en ella y él, la condujo hacia unos modestos departamentos.

Cuando entraron a uno de ellos, lo primero que la joven noto era que casi no había muebles ahí, una mesa con dos sillas era lo único que se veía a simple vista. 

Marinette lo miro extrañada y él entendió su pregunta silenciosa 

-Es mi departamento… hace algunos años que llevó ahorrando dinero… y cuando comencé a trabajar me fue tan bien que termine por juntar lo que me faltaba para comprarlo- le contó sobre su logro. 

Marinette vio como se le iluminaban los ojos al hablar de su recién meta alcanzada- ya veo- le dijo sonriente. 

El joven pensó que tal vez Marinette estaba acostumbrada a sitios mejores que esos y tal vez se sentía incómoda estando en un lugar como ese. 

-Se que no está en la mejor zona, ni es lo suficientemente grande, y parece descuidado todo pero…- intentó excusarse. 

-Adrien, no te preocupes- lo interrumpió una sonriente Marinette. 

Adrien le devolvió la sonrisa en respuesta- ven, siéntate, estás en tu casa- la condujo hacia la única mesa de lo que parecía ser una sala. 

-Marinette, hay algo que te oculte desde un inicio- comenzó a contar Adrien cuando ambos estaban sentados en las sillas- yo…Cuando te conocí, tenía novia. 

Marinette lo miraba curiosa, ¿por qué le contaba eso hasta ahora?  Se preguntaba. 

-No se porque te lo oculte, estaba tan cómodo a tu lado, que … mmm no se. No quería que te alejaras de mi… 

Adrien no era bueno para las palabras, por lo que expresar sus sentimientos era una tarea un tanto difícil para él. 

Marinette lo miraba expectante, sabía que él rubio no había terminado de hablar. 

-La verdad es que estos últimos días me he dado cuenta de que estoy enamorado de ti- la miro a los ojos con determinación. 

-Pe-pero y tú novia?- Marinette estaba aturdida, nunca pensó que Adrien fuera tan directo, ella sentía lo mismo que él, pero ella no quería ser la amante de nadie. 

-Hemos terminado desde hace días- dijo Adrien 

-Fue por… 

-No- se apresuró a negar antes de que ella terminara de hablar- no fue culpa tuya, no directamente, Lila bueno… ella… -suspiró frustrado, no sabía cómo expresarse- digamos que no estábamos destinados a estar juntos. 

Marinette lo miró sorprendida, pensado en cuál habría sido la razón de su ruptura, una parte de ella pensaba que había sido culpa suya, otra parte de ella estaba feliz de saber que Adrien correspondía a sus sentimientos y por otra parte, algo la hacía cuestionarse si era prudente intentar algo con alguien quien acababa de terminar una relación. 

Cómo si él rubio hubiera escuchado su último pensamiento hablo 

-Hace semanas si no es que meses que no hay nada romántico entre Lila y yo, pero yo no quería darme cuenta de eso, creí que… no se, cosas tontas, supongo que en nuestro pueblo me acostumbraron y me metieron al idea de pensar que me casaría con ella en el futuro, que simplemente yo me hice a la idea de que debía estar con ella siempre. 

-Pero- continúo hablando- cuando te conocí, creo que me enamoré a primera vista de ti- la miro con amor- cuando descubri que eras mi asesora no podía estar más feliz… yo me sentía mal de tener estos sentimiento por ti Marinette -Adrien se levantó de la silla, rodeo la mesa y tomó las manos de la joven mientras hablaba- poco a poco la atracción y él enamoramiento que sentía por ti, se fue haciendo cada vez más fuerte y si te estoy diciendo esto ahora, era por qué por fin soy libre de amarte sin ninguna barrera, pero lo que me interesa saber es, ¿Tu sientes lo mismo por mi? 

El rubio se quedó mirando a la mujer frente a él, ella lo miraba sorprendida y sonrojada, poco a poco se fueron formando lágrimas en sus ojos, Adrien asustado estuvo a punto de disculparse con ella por su repentina confesión, pero ella le ganó la palabra. 

-Adrien, yo también estoy enamorada de ti- Marinette se levantó sin soltar sus manos- yo también me sentía terrible por enamorarme de alguien que ya tenía a alguien en su corazón, yo jamás creí que me llegarás a corresponder- la joven lloraba de felicidad, era un sueño hecho realidad- Te amo Adrien, de eso no tengo duda. 

-Yo también te amo Mari- Confesó un Adrien muy feliz- Quiero intentar algo serio contigo… Marinette se que es una completa locura y que es muy pronto para decirte esto, pero… ¿Quieres ser mi novia? 

-Si quiero- redondo feliz. 

Sin perder más tiempo los labios del rubio presionaron sobre los de la joven, dándole un suave y corto beso.

-Adrien- exclamó sorprendida, una de sus manos tocó con incredulidad sus labios, sus ojos estaban totalmente abiertos y un fuerte sonrojo se apoderó de su rostro, no se esperaba esa acción del rubio. 

Adrien la miraba extasiado, se veía hermosa. Él nunca había sido tan atrevido con una chica, ni con su ex novia, pero con Marinette, con ella no podía controlar sus acciones. 

Adrien no dijo nada más, observó los ojos de Marinette en busca de aprobación para poder continuar, al no ver rechazo de su parte, él decidió seguir adelante. 

Unió una vez más sus labios con los de ella, pero esta vez no fue solo un simple y corto beso. 

Adrien la besaba con pasión y amor, la chica aunque era inexperta intento seguirle el ritmo, convirtiendo su beso en uno más apasionado.  

La joven rodeo con sus brazos el cuello de Adrien para acercarlo más hacia ella, él por su parte la rodeo de la cintura, pegandola más hacia él. 

-Marinette , debemos parar ahora o si no yo… -dijo Adrien entre besos, sus manos aún sostenían con firmeza la cintura de su ahora novia. 

La chica sabía exactamente a qué se refería pero en cambio ella sonrió y continúo besandolo y abrazándolo con más fuerza. 

Era una completa locura, a pesar de que llevaban poco tiempo conociéndose y literalmente poco tiempo siendo novios, no había ninguna duda en sus corazones. 

Entre beso y beso llegaron a la única habitación con un colchón en ella, ambos se recostaron en él a darle rienda suelta a sus sentimientos y deseos. 

Como dos tontos inexpertos tocaron explorando cada parte del cuerpo del otro, con paciencia y algo de timidez se deshicieron de su ropa. 

Hasta que ambos quedaron desnudos, haciendo que sus cuerpos se frotaban entre sí, tratando de fusionarse y finalmente volverse una sola persona.
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