Capítulo 1

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Era su primer día escolar, no podía estar más feliz, se mudo a la gran ciudad de Francia, fue aceptada en la universidad que tanto anhelaba, con el hombre que amo desde niña. 

El hombre más apuesto del mundo, fuerte, atlético, con facciones que harían temblar de excitación a más de una mujer y no sólo era físicamente atractivo sino que era la persona más amable y gentil de todas. 

La nobleza de su corazón era incomparable, era el hombre perfecto, de eso no tenía duda y ella tenía el honor de ser su novia. 

Lila lo amo desde que eran unos pequeños niños, prácticamente crecieron juntos, no fue sorpresa para la gente de su ciudad que eventualmente se volvieran novios. 

No podía estar más feliz, el destino estaba a su favor.

Hace unos meses estaba temerosa de no ser aceptada, su entonces mejor amigo la apoyo y la consoló, diciendo que todo iba a estar bien, que muy pronto recibirán la carta de aceptación de la tan aclamada Universidad de la capital de Francia. 

Después de  unas semanas el destino le sonrió y justo cuando recibió su carta, su amado Adrien declaró su amor por ella, y desde entonces son novios. Poco sabía ella que su realidad iba a cambiar más rápido de lo que hubiera deseado.  

Ambos llegaron tomados de la mano a la gran ciudad de París, estaban asombrados, nunca habían estado ahí, siempre vivieron en su pueblo natal, Brignoles*, una apartada zona rural. 

Todo era nuevo para ellos, los grandes edificios, los rascacielos, el tráfico, la cantidad de personas que se encontraban caminando por las calles, todo era nuevo y fascinante a sus ojos. 

La pareja se miró a los ojos maravillados con la nueva vida que les esperaba.

Sin perder más el tiempo se dirigieron hacia la universidad. Cada uno se fue a instalar en  las habitaciones de estudiantes que les correspondía, separándose en secciones, una para los hombres y otra para las mujeres. 

Aunque en un principio Lila quiso rentar un departamento con Adrien, este se negó por dos razones, una no tenían el dinero suficiente como para estar pagando renta, más aparte la comida y cualquier otro gasto que el departamento conlleva. 

Lo segundo y lo más importante, él sabía que no era prudente vivir solo con una chica… y más si esta era su novia, ciertas cosas podrían pasar, por su puesto que él, como todo un caballero la respetaría sin importar qué. 

La chica le había confesado con anterioridad cuando aún eran solo amigos que no deseaba perder su virginidad fuera del matrimonio. 

Adrien a pesar de estar en la etapa en donde las hormonas están "locas" hizo conciencia de dicha conversación y concluyó que si vivía con ella puede ser un factor para despertar esas pasiones, no quería ofenderla, su amor por ella era más fuerte de cualquier deseo sexual. 

Fue por ello que se negó a vivir con ella, él no quería crear malos entendidos con la familia de Lila, a pesar de que ya se conocían desde hace años, prefería mantener la distancia. 

Lila no tuvo otra opción que aceptar, e irse a instalar a los cuartos de estudiantes que debía compartir con 3 chicas más.

Para su desgracia ella y Adrien iban en salones diferentes, ninguna de sus clases coincidían y eso era una verdadera pena para ella, solo podían verse a la hora del almuerzo y saliendo de la escuela. 

Adrien era toda una sensación en la universidad, él chico ganó popularidad al cabo de pocos días; era visto y admirado por su destreza física,  se metió a clases de atletismo después de sus clases, además de su gran atractivo físico, cuerpo bien torneado, una cabellera dorada deslumbrante y sus ojos tan verdes y brillantes como una esmeralda; gracias a ello sin siquiera quererlo se hizo notar, muchas chicas se volvieron sus admiradoras desde entonces. 

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