Capítulo 3

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Mil millones de gracias por seguir esta nueva historia y escribirme, me esforzare al máximo para hacerla cada vez más interesante.  o(*°▽°*)o

Un nuevo capítulo y es especial porque recibí la increíble ayuda de SaraDragonil1 para revisarlo y corregir mis errores, espero mejorar mucho, de nuevo mil gracias a todos. O(∩_∩)O


Anteriormente:

Miró el celular y yo le empuje la mano ligeramente para impulsarlo a contestar.

Él me miró y yo asentí.

—Hola, Kenchin—contestó sin apartar la mirada de mí, fue como si necesitara verme para seguir.

—¿¡Dónde diablos estas!? Emma termino de hacer la cena hace tiempo y te estamos esperando —lo regañó Draken. Él estaba hablando en un tono tan alto que lo escuchaba sin necesidad de acercarme mucho.

—Perdí la noción del tiempo, pero ya vamos para allá —Mikey puso el altavoz.

—¿Vamos? —interrogó Draken.

—Takemicchi y yo, lo invite a cenar—dijo aun mirándome.

—Bien, no tarden más o iré por ustedes y arrastraré sus traseros aquí —se quejó en broma.

Vi un brillo en los ojos de Mikey al escuchar esas palabras y sonrió un poco.

—Iremos enseguida Kenchin —respondió Mikey con ánimo en su voz.

Le sonreí también.

A mí me pareció una conversación común, pero para Mikey es claro que tuvo otro significado.

¿Cómo habrá sido su relación con Draken en el futuro que algo tan pequeño lo afecto de esa forma?

Al terminar la llamada salimos de mi casa y esta vez usamos la Babu de Mikey para ir a su casa.

Él aceleró demasiado, supongo que estaba ansioso por llegar pronto, así que no tuve de otra que aferrarme a su cintura en un abrazo y en cuanto hice eso, escuche la fuerte risa de Mikey y no pude evitar reír también.

Definitivamente esta vez, todo será mejor.

Ruego... porque así sea.


Takemichi pov.

El viaje fue muy divertido, como antes. El único problema fue cuando llegamos a la puerta de su casa. Él se tensó automáticamente. Apagó el motor, pero no se bajó de la moto y por un momento no le vi ninguna intención de hacerlo.

Se quedó estático como si estuviera pensando en mil cosas a la vez.

...

No tenía idea de que hacer para ayudar, así que solo permanecí en silencio un rato.

Yo aún lo estaba abrazando por la cintura y estaba por soltarlo, pero él se recargó hacia atrás repentinamente tomándome por sorpresa, así que tuve que reafirmar mi agarre, porque si lo soltaba podría caerse.

Sentí como su cuerpo tensó, pero comenzó a relajarse poco a poco mientras mantenía la vista en su antigua casa.

Nos quedamos así un momento más. No sé qué pasaba exactamente, pero se veía un poco mejor y eso era lo importante.

—Mikey... —lo llamé.

Él suspiro con fuerza como si supiera lo que estaba a punto de decirle.

—Vamos —dijo alejándose por fin.

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