Capítulo 27

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Mil gracias por seguir esta historia, les deseo un gran día.

❤(✿◕‿◕✿)

Anteriormente:

—¿Ahora estas siendo tímido? —Pregunto con burla.

¿Ah?

Fruncí el ceño levemente y lo mire.

Sentía mis mejillas algo calientes, así que de seguro tengo un pequeño sonrojo, pero no deje que eso me afectara.

—N-No estoy siendo tímido—Me queje aunque mi respuesta y mi gesto, obviamente no eran convincentes.

—Oh, ¿En serio? Entonces ¿Qué piensas de mi plan? ¿Te gusta?—interrogo con diversión.

Reprimí la vergüenza y tratando de tomar coraje respondí.

—... Sí, me gusta... pero... ¿Está bien? Es decir... no somos mayores de edad—Comente por los nervios porque francamente la edad no me importa en lo más mínimo, solo quería verme tranquilo hablando de esto y eso fue lo primero que se me ocurrió.

Mikey comenzó a reír y la vista me deslumbro tanto que me quede mirándolo como un bobo por varios segundos.

—Tonto Takemicchi, técnicamente somos adultos, así que no importa—Comento encogiéndose de hombros.

—Oh, es verdad— Asentí porque había olvidado esa parte.

Mikey no paraba de reír al escucharme y el verlo así, fue tan contagioso que solo reí también.

Lo que dije no era particularmente gracioso, así que, creo... que solo reíamos porque éramos felices,... así de sencillo.

Entre risas ambos teníamos los ojos llorosos, pero el no comento nada al respecto y yo tampoco lo hice.

Takemichi pov.

Por fin nos dimos un baño y el sentir el agua caliente mientras Mikey me abrazaba por la espalda fue algo que nunca, ni en mis más locos sueños, espere, pero... era algo tan increíble, que no creo poder olvidarlo jamás.

Y es que pensé que tener novia era algo genial, pero ahora que comparto estas cosas con Mikey, me doy cuenta, que eso no era ni una pisca, de lo increíble que es estar cerca de la persona que amas.

Cada vez que nos mirábamos y yo le sonreía, sus ojos brillaban y me regresaba la sonrisa, mientras el cosquilleo en mi estómago incrementaba y mi corazón saltaba.

Después de terminar el baño, nos envolvimos en toallas y Mikey no dejo de abrazarme de la cintura en todo el camino hacia mi cuarto. Fue difícil caminar así, pero él estaba quejándose del sueño que tenía y yo solo podía sentirme tan feliz de ver esa personalidad suya de nuevo.

Al llegar a mi cuarto, él se dejó caer en mi cama y su cabello se derramo en diferentes direcciones. Su torso estaba desnudo y la toalla que cubría sus partes sensibles, se subió un poco dejándome ver sus muslos.

...

Trague saliva.

... ¿Está poniendo a prueba mi fuerza de voluntad?

Porque no creo resistir mucho.

Me obligue a desviar la mirada, busque su ropa que él había dejado aquí para dormir y se la pase.

—V-Vístete o te enfermaras—pedí tratando de no lucir tan nervioso y afectado por la vista como realmente me sentía.

El me miro con una sonrisa y definitivamente, debí estar ciego antes para no notar lo hermoso que es y lo mucho que lo amo.

Regreso DobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora