Jeon's Mansion

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               ||光陰矢の如し||

❝Lo siento, por favor perdóname.❞

Leyó el mensaje con pereza, se sentía sin ánimos de nada más, la habitación oscura en la cual se encontraba desde hace ya una semana, en ese hotel no tan cómodo como su antigua vivienda pero al menos se había dado cuenta que ya no había amor. Ahora no comprendía si alguna vez lo hubo porque su novia siempre fue así, Irene tuvo que esforzarse desde que se conocieron. Ponía de excusa siempre a su padre y su linaje, "Es que soy una Jeon, no lo entenderías, soy la mayor y mi padre..." pero quizá era ella, simplemente ella, siempre ella.

❝Regresa a casa cariño, por favor.❞

❝Te extraño, te necesito.❞

Irene soltó un suspiro y salió del chat de su pareja, bueno, ya no sabía si llamarla así. Renunció a su trabajo en la biblioteca y se sentía tan pésimo que dejó de hacer las cosas que le gustaban, también de comer y es que la dependencia emocional que tenía por la alfa era realmente enorme ahora que lo notaba, sobre todo su marca ardía sintiendo cierto sentimiento de tristeza en Seulgi y suponía que la alfa también sentía como estaba ella, podía escuchar por el débil lazo durante las noches interminables como gimoteaba su alfa por tenerla a su lado, en sus brazos pero era demasiado tarde y estaba decidida a romper la marca, mucho no le faltaba, la inyección de feromonas que le había dado aquel día no fue suficiente porque Irene estaba agotada.

El teléfono nuevamente vibró y cuando leyó el nuevo mensaje enviado hace tres minutos sintió miedo, demasiado miedo y no entendía bien porqué, ¿Temía de su alfa? Claro que si, demasiado desde todo lo que le había dicho y hecho.

❝Sé donde estás, iré por ti.❞

Rápidamente se puso de pie, aunque terminó por caer de vuelta a la cama por lo débil que se encontraba mientras sintió ganas de vomitar y su corazón acelerarse pero no de emoción. Pasó poco tiempo en realidad y la puerta del hotel fue tocada, Irene lo sabía, sabía de quién se trataba.

— Irene, por favor abre la puerta. — Se escucharon ligeros golpes inicialmente, la alfa al no recibir respuesta tocó con más frecuencia. — Te lo ruego, necesitamos hablar... —

— ¡N-No! — Le gritó con la voz rota, incapaz de moverse.

— ¡Okey! No por nosotras si no por ti... No has estado comiendo bien, rápido abre o la tiraré. —

— Ja, como si eso te preocupara... — Sé cubrió bien con las sábanas no obstante, a los minutos de un silencio apaciguado la puerta terminó por ser derrumbada, Irene quería huir pero Seulgi fue más rápida y la dejó en la cama acostada, se puso encima suyo pero sin ser brusca en realidad todo lo contrario.

— Irene, reacciona por favor, nos estás haciendo daño con todo esto, no debiste irte de casa y--

— Al menos esperaba una disculpa, ¿No se supone que soy una sucia y que no habrá boda? ¡Ni siquiera quieres darme tus cachorros! —

— Tomalos todos, te los daré y nos casaremos pero por favor Irene... — Intentaba convencer a la omega.

— No quiero nada de ti, por si no lo has notado... Esto se murió hace tiempo. — Terminó por decir mientras se alejaba de la alfa después de lograr separarse y simplemente quedó sentada en la pequeña eh incomoda cama mirando a otra dirección.

— Yo estaba muy molesta lo admito, en verdad no quería decir nada de eso, créeme no pasará de nuevo, las cosas pueden ser como tu desees pero por favor, no nos dejes~. — Sollozos, su alfa lloraba.

— No, Jeon Seulgi. —