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     || I hate boys so fucking much ||

— Son todos unos idiotas, creían que no me daría cuenta la gran parte de dinero que se estaban robando. — Habló aquélla alfa bastante colérica.

— No lo sé, pero esa es una mini empresa que va comenzando y a penas invertimos un tres porciento en esa porquería, a la próxima no daremos nada. —

— Aún así, deberíamos recuperar ese tres porciento que nos arrebataron. — Le continuaba insistiendo al hombre alfa de mayor edad con quién conversaba

El señor Jeon sonrió, pero era una sonrisa falsa y casi de molestia. — Por eso tu no tendrás nada de este linaje Seulgi, ¿Es que aunque eres alfa al ser mujer eres idiota? —Decirle eso a su propia hija... Bueno, le decía cosas peores. — Igual, cometiste un error al andar invirtiendo en cosas sin sentido, no preguntaré por qué lo hiciste, pero cada vez me decepcionas más. Por cierto que tu hermano en días no se a comunicado, tu estabas en la ceremonia, como siempre así que ¿Viste si estuvo con alguien? —

Asqueroso, su asqueroso progenitor la tenía hasta la verga, estaba harta, se limitó a fruncir un poco su ceño mientras contenía un suspiro, por supuesto que lo había visto con alguien durante la ceremonia y vaya que tuvieron una buena follada pero sabía que si le decía que era un omega varón se decepcionaria tanto de su hijo alfa, aun no estaba dispuesta a decirlo, Jeongguk solo cavaría su propia tumba.

— No le vi con nadie nuevamente, es un maldito canalla. — Se puso de pie — Me voy padre, tengo asuntos que atender. — Salió de la mansión en Seúl, ella vivía aparte alejada de sus estúpidos padres que sólo la tenían como última opción para todo. Era desesperante pero así tenía que vivir, por suerte tenía mucho dinero. Tardó una hora en llegar hasta su casa, una casa algo grande, nuevamente por el dinero que poseía... Su familia. Esta vez suspiro se quito los zapatos antes de entrar y finalmente entró abriendo la puerta, no pudo evitar sonreír al oler aquel característico aroma a rosas, se sintió más que enamorada al ver a su omega sentada en el sillón leyendo pacíficamente.

Tenía pareja, pero nadie lo sabía, era muy meticulosa con eso, no quería un escándalo en la sociedad.

Así es que estaba con Irene a escondidas, pero oficialmente estaban totalmente juntas, Irene tenía la marca de Seulgi y ninguna se arrepentía.

— ¡Amor! — Gritó emocionada dejando de lado su libro lanzándose a los brazos de su alfa mientras se restregaba lo más que podía, la había extrañado pero al fin había vuelto.

— Cariño... — Acarició el cabello de su novia y futura esposa mientras nuevamente la llevaba a sentarse — ¿Como estuvo tu día? — Seulgi se permitía ser totalmente lo contrario a como era con todo ser vivo con su pareja

— B-Bien yo... No hice mucho, después de todo hoy no tuve trabajo. —

— Eso es bueno, que hayas tomado el día libre. — Respondió, pero notaba a su novia bastante extraña — ¿Ocurre algo? — Preguntó preocupada.

— No, estoy bien s-solo pensaba en que vienes algo tensa, ¿Ocurrió algo cariño? —

— Nada interesante, solo una pequeña discusión, no debes preocuparte. — La tranquilizó, sabía que Irene se preocupaba mucho por ella, era tan adorable.

— Está bien mi amor. — Irene le sonrió a Seulgi, la alfa no se pudo contener y besó a su omega de una forma desesperada, jugando con sus bocas creando un beso perfecto que sólo ellas podían dominar a la perfección, esto fue subiendo algo de tono, Irene terminó acostada en el sillón mientras la alfa bajaba sus besos a su cuello y pasando por su marca, la preciada marca que las unía. Pero este momento se vio interrumpido cuando recibió una llamada, pararon en seco y Seulgi se levantó teniendo que responder.

Jeon's Mansion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora