🌸Capítulo 12🌸

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 —D-Dongmin, me gustas. —declaró aquél pelinegro con sus piernas temblando—. ¿Me dejarías c-cortejarte? ¡Prometo ser un buen alfa!

El nombrado inmediatamente se puso colorado al oír tal palabras salir de los labios del contrario. ¿En serio había escuchado bien? Nunca creyó que aquél alfa tan lindo del cual estaba enamorado correspondiera sus sentimientos, y mejor aún, que diera el primer paso.

—S-Sí Minhyuk, a mí también me gustas. —respondió de forma tímida y no sabiendo a dónde mirar con exactitud. Tenía mucha vergüenza.

Nunca creyó que la carta anónima que había encontrado en su escritorio para citarlo detrás de la escuela sea para que su primer amor se le declarara. De verdad era un chico muy afortunado.

—¿E-En serio? —Minhyuk irguió su espalda de inmediato con las mejillas sonrojadas—. ¡Q-Que bien! Muchas gracias Dongminnie. —no pudo evitar el acercarse y abrazarlo con fuerza siendo correspondido inmediatamente por el contrario—. Prometo hacerte feliz, de verdad, haría lo que fuera con tal de ver esa linda sonrisa tuya.

Lo tomó delicadamente de la cintura y observó su rostro. No le importaba que vistiera como anciano o que usara esas grandes gafas circulares, tampoco le importaba lo que los demás dijeran de ellos dos. Él lo amaba, y haría lo que fuera para verlo feliz.

Incluso si eso significaba pelear a golpes con cierto castaño que veía todo desde muy lejos escondido entre los grandes recipientes de reciclaje que poseía la escuela.

Moonbin yacía detrás de estos mirando con atención a los contrarios mientras sentía como un gran sentimiento de ira dentro suyo crecía haciéndole querer golpear el rostro de ese tal Park Minhyuk hasta hacerlo sangrar.

Lo odiaba. Lo odiaba con todo su ser por haberle quitado a Dongmin.

Él había estado enamorado del omega primero, no era justo que se lo quitaran de esa forma y en tan poco tiempo. Ni siquiera había podido entablar una conversación en todos estos años que lleva conociéndolo, pero aún así se había enamorado perdidamente de este.

Era tan lindo con esas gafas grandes, y sus prendas lo hacían ver aún más tierno y pequeño de lo que ya era. Su corazón palpitaba con fuerza cada vez que lo veía u olía su aroma cerca. Tenía la necesidad de besar esos lindos labios delgados color cereza porque eran perfectos.

Todo de Lee Dongmin era perfecto.

Desde la primera vez que lo vio quedó flechado por este. Y a pesar de ser temidos por muchos en la escuela por su fuerte carácter y ser conocido como aquél que te golpearía si lo molestabas no tuvo el valor para acercársele.

Así que optó por una opción más sencilla pero a la vez dolorosa, observarlo de lejos.

Lo veía a todas horas. En la mañana, en la tarde a la salida de la escuela e incluso una vez lo logró ver de noche cuando salió a comprar con su madre.

Sí, era un acosador hecho y derecho, pero no le importaba ser catalogado así si es que podía ver a Dongmin.

Lo único que le importaba era el omega, ese mismo que le acababa de ser arrebatado en este momento debido a su cobardía e incompetencia por no poder hablarle.

Cuando los vio sonreír y darse un pequeño beso en los labios enfureció y por poco se levante y camina hasta ellos, pero la campana sonó deteniéndolo al instante. Respiró profundo y apretó sus puños viéndolos irse con rapidez.

—Park Minhyuk. Te odio y juro que haré lo que sea para que Dongmin se olvide de ti.

Marry Me! || BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora