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Aidan:

Dos semanas y cinco días sin ver nuevamente a ____ y su sonrisa.

Igualmente, no esperaba de más.

Últimamente estoy durmiendo bien, no me molestó en angustiar y sobrecargar mis pensamientos de Cualsease cosa tenga que ver con ella y su persona.

No me importa en lo más mínimo todo aquello que tenga que ver con ella...

¿Quién pienso engañar? Cualquiera quien me viera leería con una velocidad abrumadora los sentimientos en mi rostro como fuese un libro abierto.

Deseo volver a ser quienes éramos antes de que cometiera el gran error de decir lo que siento sin asegurarme antes del posible rechazo.

Pero, oh Dios...

Todo lo que ese día yo le dije, desde la primera sílaba hasta el último punto era algo que debía soltar, y como ave, dejar viajar en el aire

No la he vuelto a ver en este largo lapso de tiempo, que por más corto que puede ser, es tan consumante por el sujeto amante como nada más puede ser.

He sido orgulloso por esta vez y no arrastrarme nuevamente a ella, pidiendo su comprensión, pero esto trae brigada y consecuencias.

Hoy deseo y me propongo resolver este retículo de orgullo para lograr hablar con ella sin obstáculos inesperados o problemas trás la puerta.

Como parece ser, mi madre se ha olvidado de haberme entregado un celular el cual solamente ocupaba durante momentos de necesidad, y aún lo hago.

Pienso que este sea uno de ellos.

Compongo el número con parsimonia y atención a no cometer fallas en la digitación, y luego de haberlo hecho, lo acerco a mi rostro

- Hola - escuchar ese sonido tan amable nuevamente me hacia tener ganar de cerrar los ojos y deleitarme con su voz - ¿Hola?

- Ahh - salí de mi propia esfera para poder contestar - Ho-Hola...

- ¿Necesitas algo? - preguntó eliminando completamente cada pizca de resentimiento pasado en su tonalidad

- Solo ... - debía dejar de dudar de mis palabras, de lo contrario me habría arrepentido de cualquier cosa que iría a decir - Solamente deseaba escucharte otra vez

- ¿Perdona?

- Si, sabes - hice una corta pausa sintiendo mi corazón en la garganta - Te hecho de menos, y por cuánto no quisiera, te necesito.
De la forma que quieras, pero extraño tu compañía.

No escuchaba nada más que su respiración através de la línea como respuesta, no sabía si me contestaría positivamente o decidiría rechazarme nuevamente

- Y desearía ser tu amigo - decir eso último no me agradaba - como mínimo... - en una tonalidad muy baja me predispongo a decir la frase que hacía que el todo tuviera sentido, o al menos, para mí

- una corta risa nasal fue lo que escuché - Está bien

- abrí mis ojos más de lo normal - ¿Como?  - esto se me hacía algo surreal - ¿En serio? - la felicidad en mi tono de habla era mucha menos que la que podía sentir internamente

- Claro, porque no -

Y aunque no pudiera estar ahí con ella, siento que está sonriendo mientras me habla

- Bien, entonces... - di un suspiro profundo - Nos vemos...?

- Mañana - contestó

- Mañana - asentí con la cabeza aunque no pudo verlo - Adiós

- Adiós, Aidan - está vez fue ella quién colgó.

Debo confesar que nunca creí en la felicidad, pero con su risa, todo aquello que es gris, se viste de color.

Ella controlaba mis sentidos, así que me quedé inmóvil, mirando la nada eterna e infinita, escuchando la música producida por mi tocadiscos, la cual me ayudaba a sanar mientras reflexionaba sobre lo sucedido

𝘗𝘪𝘦𝘭 𝘥𝘦 𝘝𝘪𝘥𝘳𝘪𝘰  ▍Aidan Gallagher [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora