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Aidan:

-

Hey - pronuncie frente al espejo - aún siento algo por ti y es inexplicable

Mientras más me miraba y más entraba en cuenta de que algo está mal en mi

- Mierda - tomé la primera cosa que tenía a la mano (mi cuaderno) y lo lancé hacia el objetivo que reflejaba mi figura

El día de ayer comprobé una vez más que mi cuerpo, como Cualsease cosa que me limita, es una prisión

El cuerpo es política, es la primera manera de demostrar abiertamente quien somos ante los demás, pero al mismo tiempo es tan difícil identificarse en algo.

Cuando ayer miraba a ___ y Adán bailar sinuosamente bajo la lluvia, me hizo entender que yo no puedo competer

¿Que le podría ofrecer yo en su lugar?

Ahí, en ese jardín abituato a estar en soledad, por un momento infinitesimal vi la oscuridad levantarse del suelo para encontrarse con la oscuridad perenne del cielo, como si dos mundos hubieran esperado el sol para poder volver a unirse

La alegría de ambos era capaz de provocarme una interminable tristeza, el recuerdo ya es bastante doloroso sin necesidad de ser despertado

Cuando se trata de amor, solo uno de los dos corazones sufre porque el otro se va

Pienso en el mañana y miro mis manos, están mojadas de lágrimas de amor.

Tomando mi cuaderno del piso, me apoyo a mi escritorio y tomo un bolígrafo.

« Muchas veces desearía no haberte conocido nunca.

¿Que es el poder conciliar un largo sueño en las noches?

Me atormenta el pensamiento persistente de haberle entregado mi ser a alguien como tú, que de esta manera, podría apuñalarme en cualquier momento.

En total honestad, no logro odiarte o repugnarte, y aunque lo intentara, no podría hacerlo.

Cuando te veo o pienso en ti, me me asalta el pensiero la imaginación irremovibile de un "nosotros", uno de mis pocos sueños aún en vuelo.

Envidio fuertemente quién está en tu misma habitación y puede deleitarse con tu voz o solamente el delicado acariciar de tu respiro: una taza, un lápiz, una planta.

Tu voz es una mariposa de primavera, de invierno, de verano y de otoño: es una mariposa que siempre vive, aunque cuando no la escucho.

Tu voz la conservo siempre en mi alma, y ahí prefiero conservarla.

Necesito oír ese dulce sonido para ir adelante, hay ciertos días, en los cuales respiro con los pulmones de tu risa, sonrisa, voz.

Pero quiero no necesitarte más, te he dado mi amor, la peor agonía, y tu en cambio, como siempre, has huído de mi vista

Aidan Gallagher »

Pienso en el dolor, y en fin de la cuenta está bien, algunos dolores, algunas desilusiones, ciertas amarguras, son tan maravillosas que me dan ganas de llorar.

Si ella no me hiciera daño, el día sería lento y vacío, silenciosa como una calle donde no se posa un pie, una rueda.

Lei en un libro la frase

"Y luego, abre los brazos, sonríe, abrázate en el aire seco de enero. Me da esperanza que, más allá de ti, existen más cosas en el mundo, un árbol, una cuchara, una mesa, más amor"

Pero el mismos amor nos hace ciegos, y yo, soy ciego a todo lo que está más allá de ella.

[...]

- ¿Te sientes bien, Aidan? - me preguntó ___ mientras comíamos, había vuelto a venir, está vez sin Adán - No has comido

- Pensaba - en ti - ¿Tu? Es bastante que no hablamos solamente tú y yo

- Bien, creo - metió un bocado a su boca y deglutió - sabes, sirve poco para ser felices, aprende a reír y sonreír de las cosas pequeñas y así, podrás vivir una vida alegre

- ¿Porque eres así? - era tan diferente cuando pasábamos tiempo solos, ella y yo - tan... Tan linda cuando no está él...

- Cada quien tiene sus secretos, Aidan - contestó con simpleza - tu los tenías con Judith, me lo contaste cuando te sentiste preparado, ten por seguro que lo sabrás cuando yo lo esté

- Está bien - recompuse mi postura derecha - respetaré tu dedicación, supongo

- ¿No piensas comer? - cuando ella terminó, se levantó a recoger su plato

- No tengo hambre... - miraba mi plato con ninguna gana

- Mmh... No - se sentó a mi lado - comerás

- No tengo hambre - repetí

- ¿Y? No quisiste desayunar, debes comer - tomando mi tenedor, tomó una pieza de los fideos - abre la boca - me acerco el objeto a la boca

- Vamos - reí un poco - no soy un niño

- Pero pareces - me reclamó - ahora abre la boca

No tenía deseos de comer, supongo que aunque si mi cuerpo tenía hambre, yo no la sentía

Abrí ligeramente mi boca de sorpresa cuando sentí su labios sobre mi mejilla y mis ojos se volvieron redondos como platillos de café, mis mejillas, sin duda, se habían convertido en alguna tonalidad de rojo

Gracias a la corta abertura de mi boca, ella metió el tenedor y con ese, la comida que me negaba a comer

Todos los sonidos se amortizaban, todo al nuestro alrededor de silenciaba.

La escuchaba a ella, su risa tan perfecta, con esa tonalidad de amor que sale de su ser.

Es muy simple pero muy bien hecha.

Mastiquè con torpeza el bocado y lo deglutí, sintiendo como bajaba por mi tráquea.

Besé rápidamente su mejilla con mis labios resecos, como ella lo había hecho con sus labios pintados de labial rojo como cerezas.

[...]

« Finalmente me besaste.
Iré a dormir con el cielo en la mejilla izquierda.

Tu eres mi tormento, y no puedo huir de ti, como el arbol no puede inventarse nuevas raíces.

Amo la luz que tiene encendidos tus ojos, la diminuta alegría de tus pestañas, el gusto greco de tu risa.

Si mee preguntaras cuantos de tus besos, amor, me alcanzan y me sobran, son cuántos granos de arena del desierto de Libia hay en Cirene, o cuántas estrellas en el silencio de la noche espían los amores secretos de los jóvenes ingenuos, esos son cuantos besos bastan y avanzan a este loco chico.

Aidan Gallagher »

𝘗𝘪𝘦𝘭 𝘥𝘦 𝘝𝘪𝘥𝘳𝘪𝘰  ▍Aidan Gallagher [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora