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El ruido de la puerta doble abrirse hizo eco por toda la piscina bajo techo, donde Beomgyu entró a pasos curiosos, suspirando con pesadez al ver a su mejor amigo en el agua

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El ruido de la puerta doble abrirse hizo eco por toda la piscina bajo techo, donde Beomgyu entró a pasos curiosos, suspirando con pesadez al ver a su mejor amigo en el agua. Estaba flotando con ayuda de los carriles flotantes, con las piernas sumergidas y los brazos estirados, el rostro recto con sus ojos mirando hacia el techo fijamente. No tenía ninguna expresión que pudiera serle de ayuda a saber con qué estaba lidiando esa vez, solo sabía que Yeonjun había estado ahí durante toda la tarde. De hecho, ni siquiera le dirigió la palabra más que para contestar monosílabos indiferentes.

Se sentó a orillas del agua, abrazándose a sus piernas, mirándole un momento en silencio antes de decir: -Jun... ya casi es hora de dormir, cerrarán la piscina pronto.- con voz suave y cautelosa.

No contestó, como supuso. Eso le hizo fruncir el ceño y aplanar los labios en una mueca disconforme.
Quería le que hablara, que le demostrara que estaba enojado por lo menos, pero Yeonjun solo estaba ahí, sin hacer ni decir nada, el agua clara incluso estaba tranquila a su alrededor, sin movimiento, como si nadie estuviera metido en ella. Había estado extraño desde el día anterior después de lo sucedido en el local con aquellos hombres, ni siquiera supo a qué hora había regresado a la habitación después de que saliera huyendo con Taehyun y lo perdiera de vista junto a Lee, no supo de ellos incluso por la mañana. Y había encontrado a su mejor amigo metido en la piscina, ni siquiera nadando, solo así, su espalda acostada sobre los largos carriles flotantes, muchísimo antes de que empezara el entrenamiento.

Sabía que cuando hacía eso significaba que tenía problemas de los cuales reflexionar, y casi siempre le terminaba pidiendo consejos o al menos hablaba con él, pero su raro comportamiento a lo largo de todo el día había sido desconcertante. Yeonjun tuvo ojos distantes, un rostro neutro, como si la mente la tuviera en otro lugar, ni siquiera prestando real atención a los estiramientos o se había metido a nadar como siempre. Él se mantuvo en las bancas, serio y en silencio, como ido. Kai ni siquiera logró sacarle información, tampoco Dan, Wooyoung o Changbin, ninguno del equipo pudo descubrir lo que sucedía con su capitán.

-¿Por qué no me lo dijiste?- la repentina voz profunda de su mejor amigo le sorprendió, por lo que hizo un sonidito de garganta confundido al no entender del todo. -¿Por qué no me dijiste que salías con Kang?-

-Oh...- ¿entonces eso era? Podía entenderlo, quizás Yeonjun en verdad estaba molesto con él por el hecho de estar saliendo con un futbolista. Eso hizo a Beomgyu encogerse en su lugar, abrazando todavía más sus piernas a su pecho, apoyando su mentón en sus brazos. -Es solo qué... nuestros equipos no son los mejores amigos desde que los de fútbol se volvieron los favoritos del campus, así que... tenía miedo, por lo que nos mantuvimos en secreto.- sinceró en voz baja y tímida.

Secreto... Yeonjun tuvo la necesidad de reclamarle, porque si se mantenían es secreto, ¿entonces por qué Lee sí parecía estar al tanto? Sentado junto a ellos en la mesa del local, sin inmutarse ante sus muestras de cariño, como si estuviera acostumbrado a estar incómodamente en el medio.

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