𝘒𝘔𝘓𝘕𝘞┆choi yeonjun es un chico, también es joven, por lo tanto es igual de tonto e inseguro. es algo así como pansexual, si le ponemos una etiqueta, pero nadie más que él mismo lo sabe. sus padres son el cliché de los padres conservadores, lo q...
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Después de que tuviera permiso, lo siguiente que pasó fue que Yeonjun se deshizo de la camiseta de Soobin, tirándola hacia alguna parte de la habitación. Lee lo sujetó de los hombros y lo obligó a girarse, colocándose encima mientras devoraba su boca y desabrochaba el pantalón ajeno con dedos torpes, mordiendo el labio el labio de Yeonjun cuando pudo meter la mano en su ropa interior, acariciándolo. Se sentía caliente en su palma, flácido, pero poco a poco lo sintió endurecer al acariciarlo de arriba a abajo, escuchando un gruñido sobre sus carnosos labios.
Yeonjun colocó sus grandes manos en las caderas de Soobin, sosteniéndolo con firmeza, pegándolo todo lo posible a él, deslizó un par de dedos por la orilla de sus shorts y luego los bajó con todo y ropa interior, obligándolo a alzarse para quitárselos. Soobin sonrió al estar completamente desnudo, bajándole los pantalones también para poder sentarse encima de la semi erección que se mostraba orgullosa y libre frente a él, gimió con la boca cerrada, sintiéndolo húmedo entres sus nalgas. Choi siguió besándole el cuello mientras alentaba a su cuerpo moverse, sintiéndolo balancearse sobre él, restregándose en su miembro. Dirigió uno de los largos dedos hacia su intimidad entre sus nalgas, tanteando en seco, solo presionando un poco sin la intención de meterlo, porque sabía que dolería como el infierno.
-En el cajón hay lubricante.- Lee susurró sobre su boca, apenas dejándole estirarse para buscar dicho objeto, sin dejar de moverse ni besarle. -No seas gentil, ¿uhm? Me gusta rudo.-
-Tus deseos son mis órdenes.-
Soobin se alejó solo para abrir la boca soltando un gemido ahogado por la sensación fría y aceitosa del lubricante de los dedos que lo esparció por todo su trasero, deslizándolo hacia su intimidad después. Se aferró a los anchos hombros, enterrando las uñas sin querer cuando por fin sintió un dedo romper la primera pared de sus anillos, siseando por el ligero escozor. No fue demasiado doloroso, porque Choi había puesto una extravagante cantidad de lubricante, tanta que podía sentir el líquido deslizándose por sus muslos internos. Pero no se quejó, de hecho le pareció condenadamente caliente oír el obsceno chapoteo húmedo de los dedos que entraban y salían rápido, abriéndose y cerrándose, cepillando su próstata.
Yeonjun lo volteó y para ponerlo bajo él en la cama y Soobin con gusto atrapó sus caderas con sus piernas, sosteniendo su nuca con ambas manos para atraerlo a otro fogoso beso de lenguas al mismo tiempo en que Choi posicionó su erección contra el lubricado agujero, meciéndose hacia adelante para adentrarse lentamente.
Lo único que se escuchó el resto de la noche por toda la habitación fueron sus respiraciones agitadas, los gemidos, lloriqueos, gruñidos, y piel contra piel.
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