-Recordando un pasado-

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Seiya se sentía incómodo, tantas miradas sobre el, lo hacía sentir nervioso, desde que había llegado con los Dioses Gemelos pasando por todos los templos sintió las miradas sobre el.

La incomodidad solo crecía a medida que estaba el el salón, el Dios Hades había dado unas instrucciones a los caballeros y los había despedido. Todos habían atacado la orden, por lo que oía ya que tenía la cabeza baja.

Un niño lo había saludado como si lo conociera!, eso pasó cuando llegaron a la primera casa, Aries, el niño lo había saludado alegremente y el en una ataque de miedo ante la repentina alegría del niño se había escondido detrás de Thanatos, el niño era muy hiperactivo y gritón, Thanatos no había echo nada y simplemente lo guió a seguir caminado.

Hypnos le había explicado algunas cosas sobre el Santuario, los nombres de los guardianes y sus respectivas casas, su cabeza había bajado al sentir las miradas escáneantes de los caballeros, como si lo conociera y quisieran hablar le, se sentía nervioso al estar rodeado de muchas personas, se había acostumbrado a estar solo en compañía de Hypnos y Thanatos, estar cerca debes en cuando con Pandora, no salía mas haya de algunos pasillos del Inframundo.

Quería irse al Inframundo y encerrar se en su habitación, ahora, eso no sería posible, porque, según Hypnos, viviría en el Santuario, según este, donde había nacido desde antes, no lo entendía, no recordaba, ambos par de Mellizos lo estarían acompañando en todo el trayecto del lugar y se quedarían con el asta que recordará todos sus recuerdos.

Recuerdos que no entendía, al principio, cuando había despertado en una cama en una habitación no muy iluminada, con un dolor en sus tobillos y muñecas solo para encontrar con un pequeño gasto de que fueron hechos con unos grilletes.

Cuestionó mucho a los Dioses Gemelos, obteniendo respuestas pero sentía que no era toda la verdad, unas eran verdades a medias, le tuvieron que enseñar de todo. Cosas que debía hacer y las cuales no debía hacer, siempre estrictos con ellos pero, siendo las primeras personas que conocía y lo conocían se había vuelto algo dependiente de los hermanos.

Estos parecían no importar le mas parecía que estaban mas que contentos con eso, nunca se quejaron, no con frecuencia, de su comportamiento y le tuvieron paciencia, Seiya algo no saber o recordar del todo fue ignorante de las claras advertencias de los comportamientos de ambos mellizos.

Un comportamiento tranquilo donde ocultaba algunas malas intenciones, Seiya las ignoró por mas claras que estuvieran, prefería vivir en su pequeña y reducida burbuja de felicidad, su mente lo ignoraba y lo trataba como si algunas acciones fuera normales, inconscientemente sentía que era normal.

Ambos mellizos lo habían guiado a lo que sería su nueva habitación en el Santuario, tendría que volver adaptar se a su nuevo estilo de vida.

Antes de entrar a su nueva habitación, agarró del brazo de Thanatos, tembloroso y miedoso al pensar que lo dejarían ahí, solo, se acercó mas a este asta quedar prácticamente juntos, un acto que siempre hacia cuando se sentía que se quedaría solo, miraba el interior oscuro de la habitación.