Destinos Inocentes

Es todo lo que necesito

Miro al hombre que leé el periódico sentado en la entrada del edificio, usa un gorro de paja para el sol y un vestuario sencillo. Quitó mis lentes de sol que traía puesto y me acerco a él.

-Buenos tardes - saludo llamando la atención del hombre - Soy amigo de la señorita Anderson y me gus...

-Pregunte en recepción - me responde el hombre sin prestarme atención.

Camino hasta la entrada del edificio y una vez estoy dentro busco recepción. Ni si quiera he abierto mi boca cuando una simpática chica aparece detrás de la ventanilla.

-Hola buenas tardes ¿En qué le puedo ayudar? - habla muy coqueta.

Le regaló una sonrisa y respondo - Busco ala señorita Anderson Soy amigo de la universidad y quería saber en qué apartamento la encuentro.

La cara de decepción y desagrado que la mujer hace cuando le digo el motivo de mi presencia es notable, por lo que veo no se ha de llevar bien con la amiga de Sofía.

-Piso tres, habitación A-35 - responde en un tono diferente, creo que deje de gustarle.

Le agradezco y sigo mi camino en busca de la amiga de Sofía, intento demostrar mi inocencia, pero también intento buscar una solución para su amiga, siento pena por esa chica después de haberle causado tantos problemas.

Llego ala habitación y en lo que voy a golpear la puerta es abierta por la persona que yo buscaba. Tammy Anderson aparece del otro lado de la puerta sonriendo alegre y detrás de ella hay un chico que se parece bastante a ella; su sonrisa se le borra despacio y en su rostro aparece la confusión al ver el ramo en mis manos.

El chico detrás de ella se le acerca al oído y logro escuchar lo que le susurra - ¿Tienes otro novio?.

-¿Que?, no - le respondo yo extendiendo el ramo hacia ella - Son para tí.

-Pero...si..yo no te conozco - responde ella.

Extiendo mi mano hacía ella - Facundo Collymore - me presento - Y tú eres Tammy Anderson¿No es así?.

Asiente con su cabeza muy sorprendida. Guardo mis manos en los bolsillos de mi pantalón y le digo si me va a recibir afuera de su casa, ella reacciona torpemente y me deja entrar, después le pide al chico que se vaya a su cuarto, así que eso me hace deducir que ella es la hermana mayor, sorpréndete¿No?.

Me siento en un sofá y ella se sienta en el otro frente a mi. La miro fijamente para poder detallarla, es simpática tiene ojos miel, cabello castaño y es bastante delgada, no sé si sea su manera de vestir pero usa ropa demasiada grande para su cuerpo, a ningún hombre le llamaría la atención con ropa así.

-¿Me dirás quien eres o seguirás cuestionando mi forma de vestir?

Me sorprende lo directa que es.

-Necesito hablar cómodamente contigo ¿No hay problema en que lo hagamos aquí?.

-¿Acaso eres de la CIA? - pregunta alertada - Dime algo¿Fue Rigo?,¿Vienes por él?.

Arrugó mis cejas -No,¿De que hablas? - respondo.

Ella deja salir un gran suspiro de alivio -¿Entonces a qué vienes o mejor dicho que quieres? - continúa.

-Soy abogado, solo quiero que me escuches, es todo lo que necesito.

-Juro que no he infringido nada con la ley - se cabrea - Es más si deseas puedo enseñarte y demostrar que soy una estudiante de psicología.

Me río un poco y me siento un poco más ala orilla del sofá - No no te busco por eso - le aclaro, ella me mira confundida - Sofía Madinson - suelto.