Mentiras Piadosas

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Facundo

La vida suele ponernos a pruebas con nuestras capacidades,¿Que tan fuertes somos ante los obstáculos que nos lanza? ó ¿Que tan capaces somos de enfrentarnos a ellos con la realidad?. Creía que mi vida estaba realizada desde el momento en que fui llamado al estrado para recibir mi título como abogado y esa creencia se completo cuando conocí a Renata.

La mujer que me robó el sueño durante muchas noches, la que toda mi familia a querido como una esposa para mí, bueno toda..... excepto Rachel (mi hermana), pero no ha salido a como yo he creído.

-Renata amor por favor creeme, mi trabajo me alejado de tí un poco.

Ahora aquí me encuentro yo, rogando para que esa vaga esperanza de que todo vuelva a hacer como antes, no se pierda por completo.

Renata apoya su trasero en la orilla de mi escritorio, se cruza de brazos y me mira muy seria, la postura que siempre usa para hacerme saber que su perdón no será tan fácil.

-Renata yo...

-Facundo sabes que te amo¿No? - asiento - Pero no quiero ser la que ocupe el segundo lugar después de tu trabajo, se supone que dentro de unos meses seré tu esposa y como futura esposa te exijo el primer lugar - me toma de la corbata - Siempre Facundo.

Sentir el aroma suave de su boca me vuelve hacer desear sus labios, ella abre su boca haciendo de mi deseo un juego seductor, con la punta de su lengua recorre mis labios provocando un deseo más allá de un simple beso.

Renata se acomoda mejor sobre el escritorio y con voz seductora me pide que la desnude - Hazme tuya amor - vuelve a hablar sobre mis labios, con mi lengua exploró toda su atrayente boca -¡Ah! no..,no...quita...quita....

Flash Back.
-No,no,no, por favor prometo no decirle a nadie,déjame ir te lo ruego - me rogaba en llantos - Me duele mis partes,te lo suplico déjame ir.
Fin del flash Back.

Me separó de golpe de la boca de Renata al ver mis pensamientos interrumpidos por ese perturbador recuerdo, de pronto el espacio en este lugar parece achicarse y quererme aplastar, el sudor moja mi cara, las manos sudan y por más que trato de ser discreto con Renata, ella se da cuenta de mi condición.

-¿Facundo amor te sientes bien? - pregunta persiguiendome preocupada- Facundo respóndeme por favor, estás...estás frío - quiero hablar pero mi corta respiración no me lo permite - Ven siéntate aquí.

Me sienta en un sillón mientras yo quitó la corbata que no me deja respirar, pero aquien le miento.

Excusas Facundo, solo estás resiviendo las consecuencias de todo lo que has hecho, me acusa mi conciencia.

Aprieto fuerte mis ojos intentando volver en sí, Renata me pasa un vaso con agua y me pide que me tranquilice que debo estar demasiado estresado por el caso. Ver lo tierna que sigue siendo conmigo sin yo merecerlo me hace querer confesar la verdad, pero el miedo...., el miedo a perderla no me deja.

Unos minuciosos segundo es lo que puedo lograr verla fijamente a sus ojos avellanas y luego digo - Está...- carraspeó - Estaré...bien no te preocupes hermosa - ella sin dudarlo enrolla sus manos en mi cuello y susurra 'Te amo' - Yo también, también te amo - respondo en un susurro.

Tiempo después me siento mejor gracias al apoyo que ella me brinda, escucho todo lo que le ha ocurrido desde que no nos vemos, me explica el motivo por el que no me dijo sobre su amistad con los Peterson y que tan amigos son, incluso relata una de sus tantas anécdotas.

Destinos Inocentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora