Sofia
Que es la vida si no un momento de muchas fantasías y decepciones, vivimos en un mundo donde creemos que todo girará a como nosotros en algún momento lo soñamos o al menos es lo que nuestros pensamientos nos hacen creer.
-Sin contar nuestro traicionero corazón - susurro girando hacia el otro lado de la cama, haciéndome un ovillo.
Si no me creen aquí me encuentro yo, la pequeña Sofía, la niña que creía que ella podría formar parte del mundo de los Vengadores (literal), pues, nunca dude en que sería yo la que brindaría mi ayuda a todas las personas que pasaran malos ratos en su vida.
Una lágrima rueda lentamente por mi ojo - Pero no fue así - susurro con mi corazón apachurrado - Soy yo la que necesita de esa ayuda ahora.
Antes de esa noche que marco mi vida eternamente, creía con seguridad que iba a lograr todo lo que me había propuesto.
Un día subiría al estrado para recibir mi título, luego de que mi nombre fuese mencionado por el micrófono de la universidad.
Luego me esforzaría y trabajaría tan duro para brindar mis servicios como psicóloga a todos los que creen ser rechazados por una juzgadora sociedad y porsupuesto a todos lo que han sufrido abusos de alguna manera.
Al final del día viajaría por el mundo, conocería muchas personas, sus cultura, sus creencias y al salir al balcón vería de espalda a mi esposo, respirando el aire mientras contemplaba el inmenso firmamento lleno de estrellas.
Mi llanto crece y mi mente grita: ¡Estas locas Sofía deberías bañarte o al menos cambiarte de ropa!.
Olfateo mi ropa y me doy cuenta que no es tan solo mi mente la que me pide que cambie de vestimenta, mi cuerpo no soporta pasar un día más con la misma ropa, aunque me levanté todas las mañanas y dejé que la brisa de la ducha me caiga en el cuerpo, mi piel desprecia el seguir con la misma ropa.
Quitó la cobija y me levanto decidida a buscar algo con que remplazar momentáneamente mi ropa, por suerte anoche una buena idea me visito.
Abro el guardarropa del idiota y en medios de tantos trajes busco algo que me quedé o que al menos cubra mi cuerpo mientras lavo mi ropa y espero a que se seque.
¿Ay por Dios Sofía, cuando habías usado tus manos para lavar tu cochina ropa?.
-Si ya sé, nunca, no tenías porque recordarmelo, pero gracias - le respondo a la vocesita que me habla todos los día en mi mente, frunzo mi ceño - ¿Por cierto como te llamas y quién te metió?.
Pegó un brinco cuando alguien más responde y les aseguro que no es la voz de mi cabeza, está es más tímida.
-Jared, soy Jared señorita Sofía
Al voltear me sorprendo ver de pie junto a la puerta a la chica de servicio, como siempre lleva puesto un uniforme color gris con blanco y a pesar que se mira algo muy formal para ella, puedo ver lo joven que ella es.
-Señorita - ella me llama moviendo su mano en dirección a mí.
Sacudo mis pensamientos y respondo -Si dime.
Jared algo apenada y sonrojada limpia sus manos en el mandril y dice - Le preguntaba ¿Que con quién hablaba?.
-Que te importa.
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Destinos Inocentes
Teen FictionCon un lazo difícil de deshacer y un secreto que ambos comparten,ellos tendrán que decidir sus Destinos Inocentes,en un juicio en el que ninguno querrá ser participe. Todos los derechos reservado Contenido adulto