Sofía
Abrazo mis piernas y miro hacía la ventana, el sol ya salió y la noche fue eterna para mí, los ojos me duelen de tanto llorar y mi cuerpo lo siento muy adolorido.
Será por lo que no has cambiado de posición durante toda la noche, me digo irónicamente a mi misma.
No dormí en toda la noche creyendo que ese hombre volvería y está vez si acabaría conmigo, no dormí buscando una maldita idea de cómo escapar de sus garras y no logré encontrar una sola solución.
Toc, toc, unos golpes en la puerta me hacen ver hacia ella y abrazo aún más fuerte mis piernas queriendo llorar, pero me trago las ganas al escuchar la voz de Aurora.
-Sof querida el doctor está aquí.
Cierro mis ojos y limpio mi rostro.
-Adelante - respondo.
-¿Querida aún no estás lista? - Aurora me mira extraña - ¿Sofía está todo bien?, ¿Te sientes bien? - ella cariñosamente toca mi frente.
-Si, todo bien.
-Ay, pero mírate por Dios, parece que estuvieras enferma,mira las grandes ojeras que hoy te amanecieron.
-Anoche tuve una pesadilla y me costó conciliar el sueño - respondo levantándome de la cama - ¿Por qué no ha entrado el doctor?.
Ella está por hablar cuando escuchamos unas risas acercándose a nosotras.
-Buenos días Sofía - saluda sonriente el doctor.
Pero mi vista no va hacia él sino al hombre o mejor dicho al demonio que está detrás de él.
-Buenos días - al fin respondo.
Oculto mis miedo por Facundo para que nadie más lo noté pero mi corazón está que me alerta que en cualquier momento puede detenerse.
El doctor empieza a ordenar sus utensilios mientras yo lo espero en un lado de la cama en un sepulcral silencio, nadie dice nada.
-Bien Sofía empezemos - habla el doctor - ¿Cómo te has sentido estos últimos días?, ¿algún síntomas que hayas sentido que tú sospeches no sea bueno para tu embarazo?.
-No, todo bien - respondo cortante.
-Eso es bueno - habla él mientras pone el famoso aparato en su oreja - Veamos que tal está todo ahí adentro, quieres levantar un poco tu blusa.
Hago lo que él me pide y en seguida pone en mi estómago un gel que me causa un poco de escalofríos, se siente bastante frío.
Él sonríe - No te preocupes es normal - dice, lo veo arrugar sus cejas y mi corazón empieza a latir un poco más fuerte.
Trago pesado al recordar el sueño que hace unas noches atrás no me dejó dormir.
Flash Back.
Camino lo más rápido que puedo intentando sostener con mis manos mi enorme panza, las calles están solas y no veo a nadie quien me pueda ayudar.
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Destinos Inocentes
Novela JuvenilCon un lazo difícil de deshacer y un secreto que ambos comparten,ellos tendrán que decidir sus Destinos Inocentes,en un juicio en el que ninguno querrá ser participe. Todos los derechos reservado Contenido adulto