Destinos Inocentes

¿Quien es ella?

Facundo

-Buenos días - saludo a mamá con un beso en su cabeza cuando entro ala cocina.

-Buenos días hijo - responde ella sentada en un extremo de el comedor como es de costumbre - Por lo que veo anoche llegastes tarde.

Hago una mueca mientras acomodo la servilleta en mi pecho para poder desayunar - ¿No me digas que me estuvistes esperando otra vez? - respondo.

Ella me mira del otro extremo de la mesa, abre su boca para responder y la cierra al verse interrumpida por los gritos que pega Halet,la sirvienta.

-¡Señor, señor! - me llama entrando apresurada ala cocina.

-¿Que pasa Halet?- más que una pregunta es un regaño que mamá le hace.

Halet nos mira a ambos antes de disculparse y decir - En su habitación hay una chica durmiendo en su cama.

Escondo una sonrisita burlesca al verla sonrojada -¿Y?,¿Que ocurre con eso Halet?, te recuerdo que Renata puede venir y quedarse cuando ella quiera - responde mamá.

Desde que presente a Renata como mi novia, mamá y ella se volvieron buenas amigas inclusive hacen cosas que solo las buenas amigas hacen, como salir de compras, ir al spa, salir de viajes y muchas, muchas otras cosas. Con Rachel (mi hermana) fue diferente, aún no comprendo por qué se llevan tan mal.

Con una cara de confusión, Halet murmura - No sabía que la señorita Renata tenía el cabello rojo.

-¡Facundo! - pronuncia mi madre levantándose de golpe sorprendida - ¿A quien has metido ala casa?.

-Relajate mamá - le pido de lo más tranquilo.

-Entonces, si hay alguien más en mi casa, pero...¿Quien es ella?.

Suelto una risita burlona al ver su graciosa actitud. Mamá no es una mujer que camine entrometiéndose en nuestras vidas, pero ella siempre nos ha enseñado a respetar a los demás. Jamás la engañaría diciendo que si es Renata la que está en mi cama, Renata usa su cabello rubio y lazio mientras que la chica que duerme en mi cama tiene su cabello rojo como el fuego y bastante crespo.

En toda la noche no logré pegar un solo ojo ingeniando una mentira que logré tranquilizar a mamá, así que sin dudar un segundo más la tomo de sus hombros y hago que deje de caminar por toda la cocina, pero no logro que deje de balbucear cosas que no yo entiendo.

-Ven mamá, ya tranquilízate - la siento en su silla - Mamá déjame contarte lo que ocurre - le pido.

Ella pone su mano en su frente y me responde con voz de sorpresa - Hazme el favor porque no comprendo nada.

Me agachó hasta que dar frente a ella y sonrió - Mamá hace un par de semanas que....- guardo silencio.

Mi conciencia me habla y me dice que dónde deje los modales que mamá me enseño, ella siempre se esforzó por educarnos lo mejor que pudo desde que ella y papá se separaron. Recuerdo que a mis 15 años, la noticia más dura y difícil de asimilar fue con la palabra "divorcio", era apenas un niño que creía en la felicidad camuflada en sonrisas que solo eran fingidas por parte de mis padres, y todo con tal de no hacernos sentir mal a nosotros.