-Cielo esos sujetos te están viendo-
Mire a un costado y si, eran cuatro y jodidamente me estaban comiendo con sus ojos. -Tu haz como si no te dieras cuenta- jale del brazo a Sasha.
-Pero..-
-Créeme, tengo experiencia en esto-
Y si que la tenia, t...
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Matt...
Ocultarme mientras todos estaban distraídos, esa fue la orden que recibí de parte del rubio de ojos bicolor que era mi tío. Nadie lo noto mucho, a excepción de James, quien me encontró agazapado detrás de una de las paredes que conectaban con el pasillo.
Su mirada iba de mi a Cielo y viceversa. Moví la cabeza diciéndole que era una terrible idea apuntarle a mi novia, pero sus hermanos estaban ahí, y no podía traicionarlos, aunque yo supiera que él también la amaba.
-Vuélale la cabeza- Ray le dio la orden.
Los gritos de mi madrina, mis tíos desesperados. James saco el seguro del arma, cruzo su mirada conmigo, aunque le suplique que no, él no podía hacer nada. Todo dejo de importarme, saque la pistola y de un tiro certero hice que el rubio se desestabilizada, cayendo al suelo. Me apresure a correr para sostener a mi enana.
-Te tengo- la alce -te tengo amor-
-¿Matt?- estaba aturdida.
-Si enana, soy yo- abrace su cuerpo -Dios, te extrañe- De reojo vi a Clay querer acercarse mientras seguía sangrando y le dispare en la otra pierna -Quédate quieto maldito idiota- gruñí.
-Lo sabia- sonrió escondiéndose en mi pecho.
-¿Qué cosa?- volví a centrarme en la castaña.
-Tú nunca rompes las promesas-
-HIJO DE PUTA- Caleb me tenia en la mira.
-Suéltala- Jano encañono su cabeza -¿la tienes?-
Asentí.
-Bien hecho zanahoria- sonrió de manera dulce y luego tomo al tipo del cuello, levantándolo en el aire. -¿Crees que puedes jugar con mi hija y no sufrir las consecuencias?-
-Ayu..ayuda- balbuceo.
-Piensas que a alguien en esta puta habitación le importa si te rompo o no el cuello niño idiota, dime.-Se acerco a su oído, su voz era realmente escalofriante y teñida de una oscuridad irreal -¿Crees en el infierno?-
Él no respondió.
-Cuando llegues ahí, recuerda que pronto nos volveremos a encontrar y jugaremos contigo, mucho tiempo-
-Papi- ella le hizo entender que estaba bien y debía soltarlo -papi, quiero un abrazo-
El pelinegro asintió soltando a Caleb, quien cayo casi inconsciente y se arrodillo para quitármela de los brazos.
Me levante y me acerque hasta James, -¿Ella esta bien?- tenia una mirada totalmente arrepentida.
-¿Por qué? Después de todo lo que ella te dijo, de todo lo que te hizo sentir ¿por qué trataste de lastimar lo único que me importa?-
