Druit •KookV•

Capítulo 10

Se sentó en el colchón y agradecía que su espalda al fin fuera a dormir sobre algo blando. Él nunca fue una persona especial en aspectos como lo son el dónde duerme, ha estado en lugares peores, pero probar las camas de la cárcel definitivamente lo hicieron cambiar su visión.

Por eso soltó un suspiro y no pudo evitar recostarse, su cuerpo se sentía terriblemente a gusto después de su baño y la cama suave que lo esperaba solo lo complementaba.

Planeó cerrar los ojos, pero entonces recordó que Jk estaba en el baño y después iría a la habitación. Así que se acomodó lo mejor que pudo dispuesto a esperarlo, no quería dormirse porque si lo hacía no podría volver a hacerlo e inevitablemente sabía que su cuerpo no se sentía a gusto con otra persona en la habitación, así que se exaltaba sin querer.

Era algo que siempre sucedía.

Por eso no se permitió cerrar los ojos a pesar de que sentía su cuerpo muy cansado.

—¿Me estabas esperando? —La voz de Jk lo hizo reaccionar, solo que no sintió la incomodidad que sentía siempre que alguien invadía su espacio para descansar.

Decidió no darle importancia, negó para después llevar la vista a su amigo, aunque cuando lo hizo cayó en cuenta de que este se mostraba al natural, sin tinte y sin lentillas, al igual que también notó su brazo lleno de dibujos.

Definitivamente el rojo no era el color de Jk, se veía bien, pero el negro de su cabello le daba una peligrosa e imponente presencia.

—Vaya, así que este es el verdadero tú —Se levantó de la cama y caminó hacia el ahora pelinegro para poder tocar su cabello— Creí que lo teñías.

—No, en realidad solo uso esas cosas temporales para darle el color, si lo tiño todos se darían cuenta de que no soy pelirrojo natural —Jk le sonrió y se dejó hacer, entonces decidió observar al hombre que tenía frente a él.

Se veía tan diferente al pelirrojo que estaba acostumbrado a ver, lo único que lo hacía creer que ese era Jk era la calidez que sus ojos le regalaban.

Llevó sus manos al brazo de este y comenzó a trazar cada dibujo que tenía.

—¿Estos cómo los cubres? en prisión nunca llegue a verlos —Aquello era cierto, durante el tiempo que estuvieron juntos no llego a ver ningún tatuaje en la piel de su amigo y vaya que los que tiene no son fáciles de ocultar.

—La magia de productos para piel, agradezco que hayan sacado aquella base para piel que oculta todo, de otra forma estaría perdido —Jk le sonrió, pero pudo notar como la preocupación lo llenaba— Cuando salí de casa tenía miedo de ser reconocido por ellos, ya que solo personas que llevan mi apellido son quienes los portan, es una tradición... ya sabes, tatuar a tu hijo varón desde los quince años.

—Qué familia tan psicópata tienes, por eso es mejor no tener una —Se alejo del cuerpo ajeno y caminó a la cama para acomodarse.

Quería calmar el hormigueo de sus manos por seguir tocando a Jk. Por eso se volteó para que su mirada chocara con la pared, no quería seguir viéndolo porque si lo hacía algo extraño llenaría su estómago, algo extraño y cálido.

—Voy a dormir —Su voz salió algo ahogada, no entendía que pasaba, pero su corazón estaba saltando y podía sentir su rostro caliente.