Kim Taehyung ha tenido una vida difícil, su infancia ha sido un completo asco y quizá eso es lo que lo llevó a tener la amargura que tiene hoy.
Dotado de gracia y de belleza el muchacho es la joya más preciada para un jefe de la mafia que ha hecho...
Lo habían citado en la institución mental para asuntos importantes, pero cuando vio a quien tenía delante de él no pudo evitar mirar con horror al nuevo Don. Sabía que había sido él quien había dado la orden de que encerraran a Taehyung en la institución a pedido de su íntimo amigo Maxwell.
—Mucho gusto señor Kim Namjoon, soy el nuevo Don, Jordan Ferrete.
El nombrado le extendió la mano, la cual tuvo que recibir— Un placer.
—Me informa el doctor Fabio que no permitió que inyectasen la droga a Kim Taehyung —El de cabello canoso sonrió cínico y lo miró con burla— Lamento informarle que es una orden directa, en cuanto acabe la visita guiada comenzarán a trabajar en el chico ¿Tiene alguna queja?
—Para nada —Respondió con la voz tensa, sentía claramente cómo aquel hombre lo recorría de pies a cabeza como si buscara algún indicio de debilidad y no planeaba dárselo.
—De todas formas, antes que nada me gustaría ver al muchacho, estoy tan curioso por ver qué clase de belleza debe de tener para lograr que alguien como usted cometa tantos errores —Y aquello fue lo que hizo que su sangre hirviera.
No iba a permitir que un hombre tan impuro como ese se atreviera a tocar a su bella flor.
—Podemos ir en un rato más a conocerlo, ahora le daré un tour por las instalaciones —Dijo el doctor mientras abría la puerta de su estudio para que salieran.
Los hombres comenzaron una plática sobre las instalaciones a la que no le dio verdadera importancia porque ya sabía todo eso, pero entonces pasaron por la sala donde se suponía estaban las personas a las que se les daría el tour y pudo observar a Jimin junto a un teñido.
La función estaba a punto de comenzar y él no haría nada por detenerla.
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Miraba con aburrimiento el techo mientras un enfermero y un policía se encargaban de dejar su comida sobre una pequeña mesa de metal sujeta a la pared.
Aunque decidió voltear para ver qué no hicieran nada raro y se encontró con algo curioso, el policía lo veía con una mirada realmente perversa y él conocía a los de su clase. Así que pensó que quizá era su oportunidad de salir.
—Come, necesitas fuerza Taehyung —Dijo el enfermero para después salir junto con el policía.
Tenía un plan, así que comenzó a comer y en cuanto acabó se levantó para comenzar a buscar cámaras, lo hizo de la manera menos discreta que pudo, después se paró frente a ella y lanzó una sábana para cubrirla.
Sabía que no tardarían en llegar y si su suerte era buena llegaría él. Pero aún le dolía el cuerpo, así que se preguntó cuánto resistiría, solo esperaba que lo suficiente.
La puerta comenzó a abrirse así que con una sonrisa recibió a la persona que entró en la habitación, aunque cuando se dio cuenta de que en efecto había ido el policía que lo miraba de forma obscena, un sentimiento de victoria se instaló en su estómago— aún tengo hambre —Su voz salió suave y una mirada seductora adornó su rostro.
