[...] Basado: Boys over flowers/Los chicos son mejores que las flores.
Hee Sook, nacida en el seno de las reconocidas y millonarias familias Lee y Bak, fundadores de los restaurantes Lee considerados los mejores de Corea, y las empresas Bak, asocia...
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— No me importan las condiciones—. Hee Sook tuvo que correr detrás del rizado quien se había adelantado lo suficiente para verse lejano a ella.
— Se llaman "cláusulas", además; debes leerlas, así sabrás que pasaría si el proyecto falla—. Se atrevió a tomar su mano cuando lo alcanzó, sintió un apretón de parte del más alto haciéndola sonreír.
— Eres Lee Hee Sook, se que tu proyecto beneficiará a ambas empresas, solo trae el documento y yo lo firmaré—.
— Pero... ¡Gu Jun Pyo! Aish—. Pudo escuchar la risa del mayor al tiempo que lo seguía nuevamente para subir los peldaños de la entrada de la residencia Gu.
— Tengo hambre, quiero cenar algo—. Las sirvientas que los esperaban en la entrada hicieron una reverencia antes de esparcirse por el espacio para atender la orden del heredero.
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— Se dice "buenas noches y por favor"—. La menor con su bolso golpeó la espalda del mayor, quien rodó los ojos y siguió su camino, sus cambios de humor no solo habían alertado al F4, también a Hee Sook quien intentaba compartir sus tiempos libres con él para no dejarlo solo con sus pensamientos.
— ¿Cenarás conmigo o irás con tu novio?—. Chasqueó los dedos frente a ella, regresándola a la realidad—. Si no cenas conmigo al menos hazlo mañana—.
— Eres tonto, te dije esta mañana que me quedaría; te ofreciste en llevarme a la empresa, ¿Acaso lo olvidaste?—. Infló sus mejillas como una niña, el rizado por poco cedía a esas regordetas mejillas y ojos brillosos que le ocasionaban ternura, como el primer día que la conoció.
— ¿Yo? ¿Cuándo dije eso? No lo recuerdo, pero mira, estás en el periódico—. La menor desinfló sus mejillas, tomando interés, acercó su silla para poder comprobar lo que el mayor decía, invadiendo su espacio personal.
— Déjame ver—.
— No, aléjate—.
— Jun-nie—. Alargó el sonido, riendo estruendosamente cuando las mejillas e incluso orejas del heredero de Shinhwa adquirieron un tono rojizo.
